La joven paquistaní Malala Yousafzai, que fue víctima de un grave ataque de los talibanes por su defensa de la educación de las niñas, manifestó hoy ante las Naciones Unidas que no será derrotada por los extremistas que quieren impedir que niños y niñas vayan a la escuela.
Estoy aquí para levantar mi voz por el derecho de todos los niños a la educación, dijo hoy, coincidiendo con su 16 cumpleaños, ante la Asamblea de la Juventud de la ONU en Nueva York.
Un niño, un profesor y un libro pueden cambiar el mundo, añadió.
Los talibanes hirieron a Malala de un disparo en la cabeza el pasado octubre, por sus actividades en defensa de la educación de las niñas en Pakistán.
También dispararon contra mis amigos. Pensaban que las balas nos acallarían, pero estaban equivocados, aseguró.
La joven instó a los gobiernos a convertir la educación en prioridad y dijo que un fracaso en este sentido sería inaceptable.
Los extremistas le tienen miedo a los libros, a que las niñas y niños vayan a la escuela y por eso matan a gente inocente. Le tienen miedo al cambio y la igualdad, indicó.
ASAMBLEA DE LA ONU Malala dio este viernes su primer discurso público ante la asamblea, a la que asistieron más de 500 líderes juveniles de 85 países y el ex primer ministro británico Gordon Brown, enviado especial de la ONU para educación. El político británico dijo que cuatro millones de personas firmaron una petición para apoyar la campaña a favor de la educación de Malala.
Malala, esto no es una celebración de cumpleaños, aseguró Brown. Esta es una celebración de lo que has calificado de segunda vida.
El año pasado, pocos días después de ser atacada, la joven voló a Reino Unido, donde estuvo hospitalizada durante meses mientras se recuperaba y realizaba una rehabilitación.
Malala vive actualmente en Birmingham, en el centro de Inglaterra, junto a sus padres y dos hermanos.
La adolescente paquistaní fue recibida hoy por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y otras autoridades del organismo internacional, mientras la asamblea de jóvenes le cantaba el feliz cumpleaños.
La educación de los jóvenes es una de las principales metas de la ONU en el mundo, donde la mitad de los 7.200 millones de habitantes tiene menos de 25 años.
Ban dijo que Malala le estaba pidiendo a los líderes mundiales que cumplan con su promesa de invertir en los jóvenes y ofrecer educación universal. Los extremistas mostraron que su peor temor era una niña con un libro, manifestó Ban.