El 2 de mayo de 2011, un grupo especializado de los Navy Seals fueron preparados para encabezar la Operación Gerónimo. El objetivo era claro: capturar y dar muerte ex líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden. Sin embargo, luego de cumplida la misión, los soldados han sufrido de la llamada “maldición de Bin Laden”.

Fueron 25 los soldados que participaron en la operación y hoy solo quedan dos con vida. “ABC.es”, citando una nota de Corriere della Sera hace referencia al hecho recordando que solo unos meses después de la operación 22 de los hombres que participaron en ella murieron en un bombardeo.

El helicóptero en que viajaban fue derribado por un grupo talibán. Pese a que numerosos medios confirmaron la noticia, EE.UU. nunca se refirió al asunto. A esa tragedia se sumó la reciente muerte del marine Brett D. Shadle en un choque de su paracaídas.

Finalmente, el soldado estadounidense que ultimó a Bin Laden en la operación militar de Pakistán denunció que se encuentra sin seguro médico ni pensión tras salir de las Fuerzas Armadas.

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