El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, rechazó hoy tajantemente dimitir, después de que la oposición se lo exigiera en un pleno parlamentario centrado en el escándalo de una supuesta financiación ilegal en su Partido Popular (PP).
No voy a dimitir de la responsabilidad que por amplia mayoría me encomendaron los españoles en las últimas elecciones legislativas, aseguró Rajoy ante el Congreso de los Diputados, donde negó las acusaciones que contra él y su partido ha hecho el ex tesorero de la formación Luis Bárcenas.
Ni voy a dimitir ni voy a convocar elecciones legislativas, que quede muy claro, manifestó Rajoy, después de que muchos de los portavoces de la oposición le exigieran su renuncia, acusándole de mentir.
Fue en su segunda intervención en el pleno extraordinario al que acudió para hablar del llamado caso Bárcenas cuando Rajoy hizo una defensa más cerrada de su honorabilidad y de su partido.
No me voy a declarar culpable porque no lo soy, porque no tengo ninguna constancia de que mi partido se haya financiado ilegalmente, dijo. No me voy a declarar culpable porque yo no he venido a la política a enriquecerme, dijo, dirigiéndose sobre todo al jefe de la oposición, el socialista Alfredo Pérez Rubalcaba.
Tiene usted que marcharse, señor Rajoy, le había espetado antes el líder del PSOE, que acusó al PP de ganar elecciones durante dos décadas con un sistema de financiación ilegal. No le podemos creer porque nos ha mentido.
Aunque no soy un compendio de virtudes, soy una persona recta y honrada, proclamó el presidente del gobierno español, que aseguró que dimitir y convocar elecciones sería exactamente lo contrario de lo que convendría a España.
EL ESCÁNDALO Rajoy y el PP están en el centro del escándalo desde que la prensa publicó en enero la supuesta contabilidad en la sombra que Bárcenas llevó de forma manuscrita durante dos décadas.
El ex tesorero, en prisión preventiva en el marco del caso Gürtel, una de las mayores tramas de corrupción en la historia de España, admitió el 15 de julio ante el juez la presunta financiación ilegal del PP durante dos décadas y el pago de sobresueldos en negro a miembros de su cúpula, entre ellos el propio Rajoy.