Más de 3.600 afectados y 355 fallecidos es el saldo de los posibles ataques con armas químicas en Siria, según la organización internacional Médicos Sin Fronteras (MSF).
La entidad médico-humanitaria informó que en tres hospitales de la provincia de Damasco, donde se realizaron los presuntos ataques, han recibido aproximadamente 3.600 pacientes con síntomas neurotóxicos en menos de tres horas durante la mañana del miércoles pasado, de los cuales 355 fallecieron.
Los principales síntomas en los afectados eran convulsiones, exceso de salivación, pupilas contraídas, visión borrosa y dificultades respiratorias, según Marta Cañas, subdirectora de operaciones de MSF.
A los pacientes se les ha suministrado atropina, un fármaco indicado para síntomas neurotóxicos.
Cañas enfatizó que “no puede confirmar científicamente la causa de estos síntomas ni establecer la autoría del ataque”. Pero los síntomas y el gran número de víctimas, así como la contaminación sufrida por los médicos que las atendieron, “apuntan claramente a una exposición masiva a agentes neurotóxicos”, agregó.
El régimen sirio ha negado ser responsable de ataques con armas químicas, y acusa de ello a las fuerzas rebeldes; mientras la ONU intenta investigar estas muertes a pesar de los impedimentos del Gobierno.
Por su parte, el Pentágono ha comenzado a movilizar buques de guerra ante una eventual intervención de Estados Unidos en Siria.