Miles de personas, muchas de las cuales portaron carteles con los nombres de víctimas de violencia con las armas de fuego, marcharon el sábado desde el Capitolio hasta el Monumento a Washington.

Prohíban las armas de asalto ahora mismo, señalaban mensajes portados por otros participantes, encabezados por el alcalde Vincent Gray y otros funcionarios. La multitud ocupó unas dos cuadras a lo largo de la Avenida Constitution y la policía bloqueó la mitad de la arteria.

Los manifestantes ostentaban también leyendas como Control de armas ya y Paren a la NRA (Asociación Nacional de Portadores de Armas), entre otros mensajes.

Se anticipaba la presencia de unos cien residentes de Newtown, Connecticut, donde un individuo mató a 20 niños y seis maestros en una escuela primaria en diciembre. La marcha fue organizada en respuesta a ese ataque.

Cuando la marcha llegó al monumento, los oradores reclamaron la prohibición a las armas de tipo militar y las municiones de gran capacidad de repetición.

El secretario de educación Arne Duncan dijo a los manifestantes que no se trata de suprimir el derecho a las armas estipulado en la Segunda Enmienda constitucional, sino de salvar vidas. Agregó que él y el presidente Barack Obama harán todo lo posible por implementar políticas sobre control de armas.