El gobierno ruso cree que el ataque con gas en Damasco el pasado 21 de agosto que dejó cientos de muertos fue una provocación llevada a cabo por rebeldes sirios.
La semana pasada, el ministro de Relaciones Exteriores, Sergei Lavrov, entregó a su homólogo de EE.UU., John Kerry, lo que dijo era evidencia para respaldar esta afirmación. Incluye una investigación realizada por una monja católica que vive en Siria.
El corresponsal de la BBC, Richard Galpin, habló con la madre Agnes.
La madre superiora Agnes Mariam de la Croix rocía bendiciones generosamente sobre nuestra conversación.
La llamé por teléfono para pedirle una entrevista sobre su extraño papel como analista del ataque con armas químicas en Damasco.
El trabajo de la madre Agnes normalmente gira en torno al monasterio católico de Santiago el Mutilado, que se encuentra al norte de la capital siria. A pesar de que es libanesa, ese centro religioso ha sido su casa durante décadas.
Dios te bendiga querido, dice de nuevo antes de colgar el teléfono. Nos hemos puesto de acuerdo para hablar por videoconferencia al día siguiente.
A la hora señalada, su rostro aparece en la gran pantalla en una sala de edición de la BBC en Broadcasting House, Londres. Luce segura en el objetivo de la cámara de su computadora frente a ella y amablemente intenta ajustar la iluminación y el enfoque antes de responder cada una de las muchas preguntas que le hago.
No es la primera vez que aparece en televisión.
En las últimas semanas se ha convertido en el foco de atención de los medios debido a su intento de demostrar al mundo que los activistas de la oposición siria manipularon los videos que muestran a las víctimas del ataque químico en Damasco.
Ella asegura que las terribles escenas que provocaron la indignación internacional de hombres, mujeres y niños muertos o a punto de morir a causa de la inhalación de gas sarín fueron manipuladas.
Los videos forman una parte importante de las pruebas utilizadas por la comunidad internacional para argumentar que las fuerzas del régimen llevaron a cabo el ataque.
Un ataque de tal magnitud con tantas víctimas en diferentes áreas de la ciudad sólo podría haber sido obra del régimen, aseguran.
Pero la madre Agnes afirma haber llevado a cabo un estudio exhaustivo de los videos y en un informe detallado dice que ha encontrado pruebas de la manipulación.
Por ejemplo, ella afirma que el cuerpo de un mismo niño puede ser visto en varios videos diferentes grabados en lugares separados.
¿Por qué pusieron el cuerpo en muchos lugares?, se pregunta.
Esto es una prueba, querido No soy una comisión de investigación, pero para mí es seguro. Tengo evidencias que confirman que ha habido manipulación de los cadáveres.
NIÑOS SIN PADRES En su informe hace más acusaciones:
Ghouta, principal zona al este de Damasco que fue objeto de los ataques, ya estaba desierta. Entonces, ¿por qué había tantas víctimas civiles? ¿Por qué tantos niños se ven en los videos sin sus padres? Hay una falta obvia de familias reales. ¿Por qué hay tan pocas mujeres en los videos y por qué hay tanta gente sin identificar? ¿Por qué hay tan pocas pruebas de los entierros?
En su conclusión más sorprendente, alega que algunas de las personas que se ven en los videos son de hecho las mujeres y los niños secuestrados por rebeldes de las zonas alauitas del país. El presidente Bashar al Assad y su familia pertenecen a esa comunidad étnica.
Algunas familias de los secuestrados nos contactaron para afirmar que algunos de los niños que se presentan como víctimas de los ataques químicos son, en realidad, sus propios hijos, dice la madre Agnes.
Los reconocieron y nos pidieron averiguar qué pasó con ellos.
Después de completar su informe, la madre Agnes lo envió a la sede de Naciones Unidas en Ginebra.
El gobierno ruso reaccionó rápido y lo usó para reforzar su argumento de que todavía había fuertes razones para dudar de que el gobierno sirio fue el responsable del ataque con gas en los suburbios de Damasco al pasado 21 de agosto.
Entonces, ¿qué tan creíbles son las afirmaciones hechas por la madre Agnes, tanto así que Moscú las ha hecho suyas con el fin de tratar de salvar la imagen del régimen de Al Asad?
CUERPOS MOVIDOS DE LUGAR Simplemente no hay base para las acusaciones presentadas por la madre Agnes, dice Peter Bouckaert, director de emergencias de la organización defensora de los derechos humanos Human Rights Watch, que ha elaborado muchos informes detallados sobre Siria.
Ella no es una analista forense de video no hemos encontrado ninguna evidencia que indique que cualquiera de los videos fueron manipulados.
Una por una, Bouckaert rechazó las afirmaciones de la monja argumentando lo siguiente:
Había decenas de miles de civiles atrapados en la zona de Ghouta en Damasco, de acuerdo con informes muy regulares recibidos por Human Rights Watch. Los niños a menudo duermen en los sótanos de edificios en gran número debido al intenso bombardeo y es por eso que muchos murieron (el gas sarín se acumula a bajos niveles). Los muertos y los heridos en el ataque químico fueron trasladados de un lugar a otro y de una habitación a otra, tanto en las clínicas y en última instancia, para ser enterrados. Había muchos hombres y mujeres que fueron víctimas de los ataques. Pero había habitaciones separadas para los cuerpos de los niños, los hombres y las mujeres con el fin de que pudieran ser lavados para el entierro. Casi todas las víctimas han sido enterradas. Investigadores de derechos humanos han hablado con los familiares de las mujeres alauitas y los niños secuestrados por los rebeldes. Ninguno de ellos dijo que había reconocido a sus seres queridos en los videos de ataque con gas sarín.
Si bien las razones de Rusia para promover la investigación de la madre Agnes, independientemente de su precisión, son evidentes, ¿qué motivó a la monja a hablar?
Se le acusa de ser una apologista del régimen de Al Assad, algo que ella niega.
Sin embargo, la religiosa ya ha acusado a los rebeldes de cometer atrocidades en el pasado.
Al parecer, su motivación puede ser el miedo ya que teme que el gobierno sirio finalmente sea derrocado por los grupos militantes islamistas poniendo en peligro el futuro de la minoría cristiana en el país.
En efecto, me contó que había viajado a las zonas bajo control de los rebeldes.
Encontré una situación similar a la de Afganistán, dijo, con tribunales islámicos que decidían si la gente debía ser decapitada, cortada en pedazos o violada.