La investigación de uno de los casos de corrupción más sonados de Brasil, que involucra a miembros de las altas esferas del poder durante el gobierno de Lula Da Silva (2003-2011), sigue revelando nombres de personas que participaron en la extensa red de tráfico de influencias para beneficio del Partido de los Trabajadores.

Esta vez salió a la luz el nombre de Rosemary Noronha, exsindicalista bancaria que conoció a Lula en 1993, y quien posteriormente la nombró jefa de gabinete de la oficina de la presidencia de Sao Paulo. Noronha también fue secretaria de José Dirceu, exministro de Lula condenado a 11 años de prisión por sobornar a legisladores afines al oficialismo. Se mantuvo en la jefatura del gabinete durante el gobierno de Dilma Rousseff, hasta que esta ultima la separó cuando su nombre apareció en las pesquisas.

Noronha es objeto de varias acusaciones en el llamado juicio del siglo, entre las que destaca la venta de favores a entidades privadas (como la falsificación de documentos), soborno de funcionarios, e incluso conseguir empleos públicos para su marido e hija. Por su parte, Noronha sostiene que nunca hizo nada ilegal, inmoral o irregular que haya favorecido al exministro José Dirceu o al expresidente Lula.

Representantes del gobierno de Dilma Rousseff niegan que existan conversaciones que involucren a Lula Da Silva. En ese sentido el ministro Gilberto Carvalho sostuvo que no existe ninguna complicación para el expresidente. Hasta el momento, Lula Da Silva no se ha pronunciado al respecto.