Milagros Asto Sánchez

“Salir a protestar sin saber si podré volver a casa con vida es devastador. Tener que correr cuando las Fuerzas Armadas vienen a reprimir, pero al mismo tiempo querer quedarme para ayudar a los heridos y que no se los lleven para matarlos, es mucho más que traumático”. La joven June Khine resume el horror que se vive en Myanmar y lo escribe en un correo que logra enviar al Perú sorteando los cortes de electricidad y el toque de queda nocturno de Internet que el ejército ha impuesto en su país.