Después de dos días del naufragio de una embarcación con 500 migrantes africanos a bordo cerca de la isla italiana de Lampedusa, cerca de Sicilia, continúan las operaciones de rescate.

Los equipos de rescate han recuperado al menos 110 cuerpos sin vida e informaron que hay unos 200 desaparecidos.

Los migrantes provenían de países como Somalia y Eritrea, e intentaban llegar a Europa.

Las autoridades italianas confirmaron que continúan las operaciones de recuperación de cadáveres en las profundidades del mar Mediterráneo.

La BBC recogió testimonios de personas que estuvieron presentes en la tragedia y también de sobrevivientes de otros hechos similares en años anteriores.

MARCELLO NIZZA, PESCADOR Al amanecer, nos pareció escuchar varios gritos, voces, realmente no creía que podía ser algo importante, pensamos que eran focas.

Pero en algún momento mi amigo me dijo que necesitábamos ir al mar. Empezamos a navegar y la escena era dramática: toda esa gente con sus manos en alto rogando por algo de ayuda.

Vi a 200 de ellos en el mar, era terrible.

En ese momento llamamos de inmediato a las autoridades del puerto y comenzamos a rescatar a la gente del mar, hasta que llegamos a la cifra de 47 porque no nos cabían más en nuestro barco.

GIUSI NICOLINI, ALCALDESA DE LAMPEDUSA La visita del Papa por supuesto ayudó mucho a que esta atrocidad se escuchara en todo el mundo y de alguna manera, cambió la forma de ver el problema.

Sin embargo, esta tragedia es a una escala que no habíamos visto antes y estos cuerpos nos están hablando de nuevo de la tragedia humanitaria que estamos viviendo.

ABU, SOBREVIVIENTE DE UN NAUFRAGIO SIMILAR HACE DOS AÑOS Yo estaba en Trípoli, en Libia, en 2011. Estaba todo muy peligroso por esos días y no podía quedarme allí.

Mis amigos y yo buscamos la forma de irnos y encontramos un bote que nos podría llevar a Lampedusa. Yo pagué US$1.200, pero algunas veces la gente paga mucho más que eso.

El bote era muy pequeño, como un bote inflable, y había 72 personas abordo. Cuando ya estábamos embarcados, unos hombres armados nos amenazaron y nos quitaron todas las pertenencias. No teníamos nada para comer o beber.

Había mucha gente y además el mar se volvió cada vez más violento. Pensábamos que íbamos a estar en Lampedusa en menos de 24 horas. Pero no fue así.

Tratamos de contactar a alguien en Italia por ayuda. Hablamos con las autoridades italianas, pero la batería de los teléfonos se agotó.

Un helicóptero nos lanzó unas galletas y algo de agua, pero no fue suficiente para todos.

La gente empezó a morir uno por uno. Unas 60 personas murieron enfrente de mí incluyendo niños pequeños. Algunos murieron de hambre, otros porque se enloquecieron y saltaron al mar.

Una noche, después de dos semanas, vimos unas luces y pensamos que habíamos llegado a Italia. Solo habíamos sobrevivido 12 personas, pero cuando llegamos a tierra nos dimos cuenta que el viento nos había arrojado de nuevo a Libia.

Meron Estefanos, vocera de los refugiados de Eritrea

Nosotros vivimos en uno de los regímenes más represores del mundo. La gente espera la muerte en sus casas. Sin embargo algunos de ellos deciden salir a buscar en el mundo alguna solución.

LEONARDO RICCO, BUZO DE LA GUARDIA COSTERA ITALIANA Es muy difícil que podamos encontrar más sobrevivientes. Junto a la cantidad de cuerpos sin vida que hemos recuperado, unos 130, todos nos sugiere que van a haber un poco más del doble que eso.

El bote que traía a los migrantes desde África naufragó a un kilómetro de la costa de la isla.

Los fuertes vientos no nos han dejado avanzar en las labores de rescate. Pero lo que hemos visto hasta ahora es un panorama terrible: cuerpos hacinados en el naufragio, algunos de ellos en medio de los cascos de la embarcación.