Nigeriano en el Perú: “Fui un objetivo de Boko Haram”
Nigeriano en el Perú: “Fui un objetivo de Boko Haram”
Renzo Giner Vásquez

Una explosión retumba en medio de una aldea del norte de Nigeria. Los gritos y la desesperación se confunden entre los escombros de lo que alguna vez fue una iglesia cristiana. Boko Haram, el sanguinario grupo terrorista leal al Estado Islámico, ha vuelto a atacar.

Ezekiel, predicador en su pueblo y opositor de los yihadistas, era su principal objetivo. Fallaron. Sucedió hace medio año, hoy Ezekiel vive en Lima.

Los sermones de Ezekiel eran poderosos en su natal Kano. Su prédica religiosa lo convirtió en el blanco de un movimiento fundamentalista cuyo nombre quiere decir “la educación occidental está prohibida”.

Boko Haram apareció a finales de los años 90 con la intención de tomar el poder en Nigeria. En el 2010, Abubakar Shekau asumió el control del grupo y su accionar se tornó más violento. Desde entonces, han matado a más de dos mil personas y más de un millón han tenido que huir de sus pueblos. Los que corren más riesgo son quienes no profesan el islam, en especial los cristianos. 

Ezekiel (no quiere dar su apellido por seguridad) es uno de ellos. Ahora vive al sur de Lima, a unos nueve mil kilómetros del lugar en que nació. Escapó de una muerte segura. 

El Comercio conversó con él en la casa que la cancillería le ayudó a conseguir gracias a su condición de refugiado. Se ubica cerca del inmenso mercado Unicachi, en Villa El Salvador.

Cuenta que escapó gracias a la ayuda de las Naciones Unidas. Subió a una de las naves que partían resguardadas por la oscuridad de la noche y emprendió un viaje que lo llevó hasta Brasil. Sin embargo, ese no era su destino.

“Verás, somos la combinación de dos personalidades. Una es la que habla hacia afuera y la otra es la que me habla mientras duermo. Esta tiene poderes que influyen en mi voluntad. Esos poderes me trajeron hasta acá”, nos cuenta. 

La voz de Ezekiel es potente y su mensaje muy claro. Sin embargo, su mirada se pierde constantemente y más aun cuando recuerda a su familia. “Tengo tres hijos y una esposa. Están en Kano. Le he dicho eso a la comisión que me acogió y también que estaría muy feliz de traerlos. Estoy incompleto sin ellos”.

Desde el 2003, la Dirección de Derechos Humanos del Ministerio de Relaciones Exteriores es la encargada de velar por la situación de los refugiados en el Perú. Fueron ellos los que ayudaron a Ezekiel tras su ingreso al país y quienes ahora intentan traer a su familia. Un derecho contemplado en la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados firmada en Ginebra (Suiza) en 1951.

Al preguntarle sobre los angustiosos momentos que pasó mientras escapaba de los yihadistas, Ezekiel reflexiona y se toma unos minutos.

“No habrá forma de explicarlo y que lo puedas entender realmente. Boko Haram no es una broma, no es una historia, es un asunto actual, un problema terrible”, afirma.

INTERESES PERSONALES
Se resiste a denominarlos Boko Haram porque repudia el mensaje que transmiten. Para él, al igual que para la mayoría de nigerianos, los miembros de este "grupo extremista" no son fieles ni mucho menos fanáticos religiosos, son terroristas guiados por intereses particulares. 

"Ellos creen fielmente en conseguir todo lo que quieren a la fuerza, sin importar lo que cueste. Si ves que es lo que intentan alcanzar, está en contra de las leyes del país. Este grupo va a las iglesias y matan a muchas personas", explica Ezekiel.

"Cuando la gente no valora la vida, abusa de ella. Los que matan en nombre de lo que quieren no se dan cuenta del precio que tiene la vida humana", añade. 

Sobre la creación de esta organización terrorista, Ezekiel ensaya una respuesta. 

"No puedo garantizar que fuera así pero hay algo en los humanos, una sola palabra que describe a todos los humanos, esa palabra es interés. La primera pregunta sería, qué interés motiva a Boko Haram y que grupos están interesados en auspiciar eso. No solo es un grupo, son muchos", explica. 

Finalmente, y antes de partir de su humilde morada, Ezekiel nos hace una petición especial. "Quiero agradecer a todos los peruanos, he notado muchas cosas buenas en su gente. La gente del Perú debe ser bendecida y continuar viviendo esta buena vida. Es un lugar donde veo mucha moral en el interior de las personas". 

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