Todo por no ir a misa. Un niño de 11 años fingió haber sido secuestrado para no ir a la ceremonia litúrgica el pasado domingo en la ciudad de Reynosa, estado de Tamaulipas, México. Su mentira desató una operación policial y gran preocupación entre sus familiares y ciudadanos a través de las redes sociales.
El menor se dirigía a un templo católico cuando se desvió del camino. Luego de llevar más de una hora paseando, inventó la historia para evitar el regaño de su madre por no haber asistido al servicio religioso.
Al regresar a su hogar, en el sector de Beatriz Anaya, narró que tres hombres y una mujer lo subieron por la fuerza a una camioneta tipo minivan y lo tuvieron amarrado paseando por más de una hora. Sin embargo, según su versión, aprovechó un descuido de sus captores para escapar y regresar a su vivienda.
Su madre Isela Rosas González denunció el secuestro ante la Procuraduría General de Justicia del Estado. Inmediatamente, con el apoyo de la policía municipal se inició una operación para dar con los plagiarios, pero gran sorpresa se dieron las autoridades cuando el niño entró en contradicciones y confesó su mentira durante su declaración.
La noticia del presunto secuestro se difundió en redes sociales antes de saberse la verdad. La alarma se sembró en los ciudadanos. Tanto así que, según da cuenta “El Universal”, muchos padres de familia no quisieron enviar a sus hijos a los colegios.
AUTORIDAD LE REGALÓ CONSOLA DE VIDEOJUEGOS Las autoridades presentaron públicamente al menor y a sus padres para demostrar que no hubo secuestro.
Pero finalmente, el niño obtuvo tras la aclaración algo beneficioso para él: una consola de videojuegos. El objeto fue obsequiado por el director operativo de Seguridad Pública, Héctor Javier García Villarreal, quien le pidió al menor no volver a utilizar a la policía para encubrir una mentira.