En una fulminante crítica, el presidente Barack Obama declaró el jueves que los 16 días de cierre parcial del gobierno fueron un espectáculo provocado por los republicanos que alentó a nuestros enemigos en todo el mundo.

En otras partes de Washington, y a lo ancho y largo del país, los empleados federales simplemente corrieron a sus puestos de trabajo. Los parques nacionales reabrieron y la popular cámara para ver a los panda en el Zoológico Nacional volvió a estar en línea.

En la Casa Blanca, Obama mezcló duras críticas contra los republicanos con un alegato en favor de la cooperación en lo que resta del año y un llamado para que haya menos estridencia en ambos bandos.

Algunas de las mismas personas que impulsaron el cierre y amenazaron con la cesación de pagos afirmaron que sus acciones eran necesarias para que Estados Unidos vuelva a encarrilarse, dijo en un discurso.

Pero probablemente nada ha hecho más daño a la credibilidad de Estados Unidos ante el mundo. Alentó a nuestros enemigos. Envalentonó a nuestros competidores. Y ha deprimido a nuestros amigos que acuden a nosotros en busca de un liderazgo estable, agregó el mandatario.

INSTÓ A LOS LEGISLADORES Obama dijo que la opinión pública estadounidense está completamente hastiada de Washington y el Congreso enfrenta un trabajo duro para recuperar la confianza. Era una referencia a las encuestas de opinión que muestran que el país está de mal humor, aunque más inclinado a culpar a los republicanos que al presidente y su partido por el primer cierre parcial del gobierno provocado por razones políticas en 17 años.

Con la esperanza de poner en marcha su paralizada agenda, Obama instó a los legisladores a concentrarse en tres elementos en las próximas semanas: un plan equilibrado para reducir el déficit a largo plazo, la legislación para reformar el sistema de inmigración y la aprobación de un proyecto de ley agrícola.

Haciendo los sondeos a un lado, el partido de Obama emergió unido de la confrontación de tres semanas en el Congreso. Todos los demócratas en el legislativo apoyaron la ley aprobada la noche del miércoles para financiar al gobierno y elevar el límite de endeudamiento.

No se puede decir lo mismo de los republicanos. Dieciocho miembros del Partido Republicano en el Senado y 144 en la Cámara se opusieron a la legislación, mientras que 27 en el Senado y 87 en la Cámara la apoyaron.

En total, el Senado aprobó la legislación por 81 votos a favor y 18 en contra. La Cámara de Representantes la aprobó por 285-144.