El presidente de EE.UU., Barack Obama, salió hoy en defensa de la larga intervención militar en Afganistán porque, a su juicio, ha logrado su principal objetivo: desmantelar e incapacitar a Al Qaeda y asegurar que no volverá a repetirse un ataque como el del 11-S.

Fuimos a Afganistán porque 3.000 estadounidenses fueron asesinados en 2001 por una organización que operaba con la complicidad de quienes entonces ostentaban el poder en ese país, señaló el mandatario en referencia al régimen talibán.

Hicimos lo correcto al ir tras esa organización (Al Qaeda) y tras el Gobierno que permitió que esos ataques tuvieran lugar, indicó Obama, quien hoy se reunió en Washington con su homólogo afgano, Hamid Karzai, para tratar el futuro de las tropas estadounidenses en el país asiático.

Más allá de la lucha contra el terrorismo, Obama también atribuyó a la presencia militar de EE.UU. en Afganistán que el país tenga hoy, a su juicio, más posibilidades de paz y prosperidad de cara al futuro de las que tenía cuando llegaron los estadounidenses en 2001.

Los logros también han sido importantes para el país. Y, en parte, esto es gracias a los sacrificios que el pueblo estadounidense ha realizado durante estos largos años de conflicto, añadió el dirigente de EE.UU.

Aun así, Obama admitió no haber conseguido que el mejor de los escenarios posibles se convirtiera en una realidad en Afganistán, algo que achacó a que se trata de una empresa humana y que, por tanto, siempre quedará lejos del ideal.