El presidente de EE.UU., Barack Obama, dijo hoy ante la Asamblea General de la ONU que no cree que una acción militar lleve a la paz duradera en Siria, al pedir al Consejo de Seguridad de ese organismo que apruebe una resolución fuerte contra el uso de armas químicas.
En Siria creemos que el punto de partida debe ser que la comunidad internacional asegure la prohibición de las armas químicas, afirmó el mandatario durante su discurso en el 68 periodo de sesiones de la Asamblea General de la ONU.
Según Obama, tiene que haber una fuerte resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para asegurar que las armas químicas no son usadas en Siria ni en ningún otro país, y verificar que el presidente Bashar al Asad cumple con sus compromisos.
Si lo logramos, enviaremos un fuerte mensaje sobre que el uso de armas químicas no tiene lugar en el siglo XXI, subrayó.
Tras el acuerdo en Ginebra entre Washington y Moscú para destruir el arsenal químico sirio, Estados Unidos busca ahora una resolución que invoque el Capítulo 7 de la Carta de la ONU, que abriría la puerta a sanciones o incluso al uso de la fuerza en caso de que el régimen sirio no cumpla con los términos del pacto.
El mandatario volvió a insistir en que EE.UU. considera probado que el régimen sirio usó armas químicas contra civiles en el ataque a las afueras de Damasco del pasado 21 de agosto y enfatizó que sería un insulto a la razón humana pensar lo contrario.
APUESTA DIPLOMÁTICA Obama reiteró, además, su apuesta por la vía diplomática y dio la bienvenida a la influencia de todas las naciones, en alusión a la colaboración con Rusia, para lograr una solución pacífica a la guerra civil siria.
Asimismo, señaló que EE.UU. destinará 340 millones de dólares más a ayudar a los refugiados sirios.
Obama anunció a finales de agosto su decisión de llevar a cabo un ataque militar limitado contra Siria en represalia por el supuesto uso de armas químicas, pero después se abrió a dar una oportunidad a la diplomacia a raíz del acuerdo para destruir el arsenal químico de ese país.
FUE CRITICADO POR BRASIL Más temprano, la presidenta brasileña, Dilma Rouseff, inició las sesiones de la Asamblea General con críticas a Estados Unidos por espiar las comunicaciones de países aliados como el suyo, lo que calificó como “quiebre del derecho internacional y afrenta”.
En esa línea, la mandataria de Brasil pidió a la ONU “reglamentar como corresponde la conducta de los Estados en cuanto a la utilización de estas tecnologías”.