El presidente de EE.UU., Barack Obama, subrayó hoy que las filtraciones a la prensa relacionadas con la seguridad nacional pueden poner en peligro a personas, en alusión al caso del espionaje telefónico realizado por su Gobierno a la agencia de noticias AP.

Durante una rueda de prensa junto con el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, en la Casa Blanca, Obama destacó también la necesidad de que exista un equilibrio entre la seguridad nacional y la protección de la libertad de prensa.

Obama dijo también que mantiene su plena confianza en su secretario de Justicia, Eric Holder, cuyo departamento recopiló de forma secreta los registros de 20 líneas telefónicas de AP entre abril y mayo de 2012.

El Gobierno sostiene que esas medidas extraordinarias buscaban descubrir al responsable de una filtración muy seria que, según la versión oficial, puso en peligro la vida de estadounidenses.

Se desconoce exactamente cuál es la filtración investigada, pero todo apunta a que se trata de una noticia publicada por AP en mayo de 2012, en la que informaba de que el Gobierno había frustrado un complot de la red terrorista Al Qaeda en Yemen para atentar contra un avión con rumbo a Estados Unidos.

SEGURIDAD O LIBERTAD Según dijo hoy Obama, la seguridad nacional de EE.UU. depende de personas que pueden operar con la confianza de que tienen sus espaldas protegidas.

La otra cara de esto es que también vivimos en una democracia donde la libertad de prensa y de expresión () ayuda a que nuestra democracia funcione, comentó a continuación el presidente.

Por eso, a juicio de Obama, ahora es el momento de revivir una ley de 2009 que busca lograr el equilibrio adecuado entre la protección de la libertad de prensa y la defensa de la seguridad nacional.