América Latina tiene entre sus manos un tesoro. Pero si lo descuida, puede tornarse en una bomba de tiempo. La región cuenta ahora con una abundancia de jóvenes, pero debe invertir urgentemente en ellos, porque esta posición de privilegio está llegando a su fin.
Ése es el mensaje central de la I Conferencia Internacional de Población y Desarrollo de América Latina y el Caribe, que se celebra esta semana en Montevideo.
Latinoamérica se encuentra actualmente en lo que se conoce como un bono demográfico: la población infantil se ha reducido y el crecimiento de la de mayor edad aún no se acelera, por lo que la mayor parte de la población está en edad económicamente activa, entre 15 y 59 años, con capacidad para trabajar, ahorrar e invertir.
Esa abundancia actual es fruto de las tasas de natalidad más elevadas de décadas pasadas. Aquellos niños son los jóvenes y adultos activos del presente.
Pero el bono demográfico tiene una vida limitada. Y si la región no prepara ahora adecuadamente a su juventud no podrá enfrentar efectivamente el desafío de sociedades más envejecidas en el futuro.
Las medidas deben tomarse, además, de forma urgente porque la deuda con los jóvenes latinoamericanos sigue siendo colosal, según indicadores resaltados con motivo de la conferencia.
Dos cifras para pensar: al cumplir 20 años, casi el 30% de las jóvenes en América Latina y el Caribe ya son madres. Y se estima que uno de cada cinco jóvenes en la región es uno de los llamados ni nis: ni estudian ni trabajan.
BONO, POR AHORA Lo que está pasando en las últimas décadas es que la población de menores de 15 años ha perdido peso relativo y la población de 65 años y más todavía no es tan impactante, le dijo a BBC Mundo desde la conferencia Dirk Jaspers, Director del Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía de la División de Población de la CEPAL, la Comisión Económica para América Latina.
El encuentro de Montevideo es organizado por la CEPAL y el Fondo de Población de Naciones Unidas, FPNU. Este bono explica en parte la reducción de la pobreza en la región, pero está llegando a su fin.
En promedio, después de 2020 esa relación entre personas activas e inactivas ya no va a seguir siendo favorable y más adelante cada vez habrá más inactivos por activos. La carga para los activos va a ser cada vez mayor porque ya empezará a pesar el crecimiento de la población de 60 años y más.
En algunos países, como Cuba y Chile, la relación de dependencia ya está aumentando. Pero otras naciones, como Bolivia y Guatemala, tienen más tiempo por delante para aprovechar el bono demográfico.
De lo que el experto de la CEPAL no tiene dudas es de que, al aumentar en el futuro la carga de personas inactivas, la población activa tiene que mejorar su productividad y para mejorar la productividad hace falta invertir en educación y fomentar el empleo decente.
MADRES ADOLESCENTES En América Latina casi un 30% de las mujeres es madre durante la adolescencia. Sólo África supera a los países latinoamericanos y caribeños en fecundidad de adolescentes, afirmó en una columna de opinión en la víspera de la conferencia Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la CEPAL.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, en promedio, cerca del 20% de los partos en toda la región corresponden a menores de 20 años.
Bárcena apunta una paradoja en la región, porque si bien la información relativa a métodos anticonceptivos está muy difundida, los embarazos no deseados entre las adolescentes continúan en aumento.
El embarazo adolescente es uno de los grandes desafíos de la región y tiene relación con la pobreza.
El porcentaje de madres adolescentes que viven en hogares pertenecientes al quintil más pobre es cinco veces superior al de las que habitan en hogares del quintil más rico, dijo Bárcena.
En cuanto a educación, sólo la mitad de los estudiantes de secundaria se gradúan y más del 50% de los que completan sus estudios carecen de las competencias básicas que los empleos requieren, según el informe de 2012 Dando una oportunidad a la juventud, del Fondo Multilateral de Inversiones del Banco Interamericano de Desarrollo, BID, que también se refiere a esta brecha en su estudio Desconectados.
El resultado global es que aproximadamente 32 millones de jóvenes en la región, uno de cada cinco jóvenes entre 15 y 29 años no estudian ni trabajan, agrega el informe. El dato surgió de la Nota Técnica del BID” ¿Cómo mejorar las oportunidades de inserción laboral de los jóvenes en América Latina? (Feb 2012).
El documento estima que, en la región, unos 148 millones de jóvenes tienen entre 15 y 29 años.
INSERCIÓN LABORAL La principal causa del alto número de jóvenes que no estudian ni trabajan en la región es la inadecuada inserción laboral, según dijo a BBC Mundo desde Buenos Aires Mariel Sabra, una de las autoras del informe Dando una oportunidad a la juventud.
La educación formal y los programa de formación no dotan a los jóvenes de los conocimientos y habilidades que precisan para los empleos modernos. Además, el acceso a la educación (formal e informal) es limitado y su calidad suele ser ambigua. Asimismo, existen altos costos y dificultades en el proceso de búsqueda de empleo, especialmente para los jóvenes de bajos recursos. En Latino América la búsqueda de empleo se basa fundamentalmente en métodos informales y contactos personales, agregó.
Por otra parte, el estudio Desconectados del BID indica que sólo uno de cada dos jóvenes latinoamericanos termina el primer ciclo de secundaria antes de los 19 años y solo dos de cada cinco logran completar la secundaria antes de los 24 años.
Para Sabra los números evidencian que el sistema educativo en la región tiene el enorme desafío de retener a los jóvenes hasta culminar su formación y de proporcionarles las destrezas que el trabajo y la sociedad les exigirán después. La educación técnica ha mostrado tener mejores resultados que la educación generalista, dado que prepara mejor a los jóvenes para su inserción laboral entre otros factores por la práctica incluida en el período formativo.
Es importante destacar que el sector privado, es decir, lo empleadores, también deben involucrarse en este tema. Ellos encuentran dificultades para encontrar personal calificado. En Argentina, Chile y Brasil, casi un 90% de los 1200 empresarios entrevistados en la investigación realizada en el marco de Desconectados (2012) (ver gráfico 4 del informe) indican que tienen dificultades para encontrar las competencias necesarias para producir en forma competitiva, sobre todo las habilidades socioemocionales.
VISIÓN DE FUTURO América Latina tiene delante una oportunidad de oro para invertir en sus jóvenes y asegurar un futuro mejor para la región, dijo desde Montevideo en un foro previo a la conferencia Ahmad Alhendawi, enviado especial de Juventud del secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon.
Para Dirk Jaspers, el problema en los 90 y a inicios de siglo fue que las políticas eran de mañana, pero el bono demográfico y el envejecimiento de la población requiere una visión de mediano y largo plazo.
Para el experto de la CEPAL, ha habido un cambio en el reconocimiento por parte de los países de la región que están tomando conciencia de ese problema.
En Montevideo, el director ejecutivo del Fondo de Población de la ONU, Babatunde Osotimehin, habló de la necesidad de que las economías de los países en desarrollo, que dependen sobre todo de materias primas, reinviertan el dinero en la gente joven, como están haciendo países como Corea del Sur y Vietnam.
Para aprovechar su actual bono demográfico, América Latina debe, agregó, proveer educación no sólo teórica sino práctica, capacitar a los jóvenes para que, por ejemplo, tengan su propio negocio y acceso a crédito, para que puedan experimentar éxito y fracaso.
Todo parece indicar que del éxito y el fracaso de los jóvenes en la región cada vez dependerá más el futuro de todos.