Al menos 29 personas murieron en Pakistán el jueves cuando un atacante suicida con bomba se inmoló durante el funeral de un policía, en un hecho transmitido en directo por las cámaras de televisión que estaban cubriendo el acto.

Un periodista de Reuters que cubría el funeral en la localidad pakistaní de Queta describió el caos tras la explosión, con policías cubiertos de sangre siendo trasladados en ambulancias.

Se confirmó que murieron al menos 29 personas y 62 han resultado heridas, dijo Babar Yaqub Fateh Mohamad, secretario jefe de la provincia. Algunos de los heridos y fallecidos eran niños que asistían al funeral, agregó.

Entre los fallecidos estaba Fayaz Sumbal, subinspector general de operaciones para la ciudad de Queta.

Policías llorando vagaban entre charcos de sangre y restos de cuerpos humanos buscando a amigos. O simplemente estaban sentados, conmocionados y en silencio, en medio de zapatos abandonados y otras pertenencias.

SUICIDA REPLETO DE MUNICIONES El suicida portaba un chaleco repleto de municiones y metralla, dijo un miembro del escuadrón antibombas.

El atacante activó los explosivos en la entrada de la mezquita en la que altos cargos policiales estaban alineados para orar por su colega, que fue abatido a tiros el jueves más temprano.

No estaba claro de inmediato quién fue el responsable del ataque. Queta, capital provincial de Baluchistán, alberga muchos activistas, incluyendo talibanes, grupos sectarios y combatientes separatistas.

El último ataque, en un lugar supuestamente seguro ya que se trata de una de las ciudades más militarizadas del país, pone en duda aún más la capacidad de los servicios de seguridad para protegerse.

Pakistán ha vivido una serie de ataques desde que el Gobierno del primer ministro Nawaz Sharif llegó al poder tras las elecciones de mayo, incluida una bomba contra una sede de inteligencia militar en la ciudad de Sukur y una fuga carcelaria de 250 presos.

En Afganistán, una bomba colocada el jueves en un cementerio causó la muerte de 14 mujeres y niños, muchos de los cuales visitaban la tumba de algún familiar en el marco de las celebraciones musulmanas por el Eid, que ponen fin al mes sagrado de ayuno del Ramadán, dijeron las autoridades.