Dos atacantes suicidas detonaron explosivos el domingo fuera de una histórica iglesia del noroeste de Pakistán y mataron a 75 personas, en lo que representa el ataque más grave contra la minoría católica del país, dijeron autoridades.
Una facción de los talibanes en Pakistán asumió la responsabilidad por el atentado en la ciudad de Peshawar y advirtió que continuaría atacando a los no musulmanes hasta que Estados Unidos cese los ataques con aviones no tripulados en las remotas áreas tribales del país.
El ataque más reciente con aviones no tripulados ocurrió el domingo, cuando dos complejos de la zona tribal en el norte de Waziristán fueron impactados por misiles. En el hecho murieron seis presuntos milicianos, dijeron oficiales paquistaníes de inteligencia.
El atentado contra la iglesia de Todos los santos, en el que 110 personas sufrieron heridas, resalta la amenaza que aún representan los talibanes en un momento en que el gobierno busca alcanzar la paz con las milicias. Las críticas seguramente se intensificarán por parte de quienes sostienen que es un error negociar con los talibanes.
TODO SE CONVIRTIÓ EN UN INFIERNO El ataque ocurrió cuando cientos de fieles salían de la iglesia, localizada en el distrito de Kohtati Gate, para recibir un plato de arroz gratis en el jardín, dijo Sahibzada Anees, un alto oficial del gobierno.
De pronto ocurrieron las explosiones y todo se convirtió en un infierno, dijo Nazir John, quien se encontraba dentro de la iglesia junto con alrededor de 400 fieles. Cuando recuperé el sentido sólo vi humo, polvo, sangre y gente gritando. Vi cuerpos mutilados y sangre por todas partes.
Los sobrevivientes se quejaban y trataban de consolarse después de las explosiones. Las paredes blancas de la iglesia, que fue abierta a principios del siglo XIX, quedaron agujereada por fragmentos de metal que se agregaron a las bombas para causar mayor daño.
Dos suicidas detonaron sus explosivos casi al mismo tiempo, dijo el oficial de policía Shafqat Malik. Las autoridades encontraron los restos de los atacantes y estaban tratando de determinar sus edades.
El número de víctimas fue tan alto que el hospital de Peshawar al que fueron llevados los heridos no tenía suficientes camas para atenderlos. El primer ministro de Pakistán, Nawaz Sharif, condenó el ataque en un comunicado. Los terroristas no tienen religión y atacar a personas inocentes contradice las enseñanzas del Islam y de todas las creencias.