Unos cinco mil seguidores del candidato presidencial y ex general Lino Oviedo se reunieron el jueves en un estadio para despedir los restos de su líder, fallecido en un accidente de helicóptero el sábado, en tanto las autoridades confirmaron que la aeronave no contaba con la caja negra lo que impide tener datos precisos sobre las causas del siniestro.

Rubén Aguilar, administrador del aeropuerto internacional de Luque, en la periferia de Asunción, afirmó en conferencia de prensa que ninguna aeronave con capacidad menor de diez pasajeros está equipada con caja negra.

Por tanto, el helicóptero estadounidense Robinson 44 para cuatro pasajeros no tenía caja negra, hecho que nos priva de poseer informaciones precisas de lo que ocurrió momentos antes de estrellarse, añadió.

Mientras tanto, unos cinco mil partidarios de Oviedo se reunieron en el estadio deportivo del partido Unión Nacional de Ciudadanos Éticos (Unace) para despedir al líder.

Un ataúd cubierto con la bandera paraguaya era tocado con las manos por los adherentes de Unace y admiradores de Oviedo. Las mujeres, en su mayoría, lloraban visiblemente afectadas.

Casi cien guardias privadas de seguridad tuvieron a su cargo el control del flujo incesante de personas, caminando en fila hacia el féretro. En las afueras del recinto, unos cincuenta motociclistas con camiseta de color amarillo esperaban el momento para escoltar a su líder hasta su última morada.

En el local de Unace no hubo ningún oficio religioso ni discurso, aunque el chamán Clemente López de la etnia Chamacocos, del pueblo Bahía Negra, a 700 kilómetros al norte de Asunción, consiguió autorización para realizar un ritual con cánticos y ruido de matracas.

FRAGMENTACIÓN El general retirado y candidato presidencial Lino Oviedo falleció por fragmentación de su cuerpo debido a las ondas expansivas producidas por el impacto del helicóptero al chocar con la tierra en el accidente en el que también perecieron el piloto de la nave y el custodio personal de Oviedo, informó a la AP el médico legalista Pablo Lemir, en tanto la urna con sus restos fue trasladada al Congreso.

En la medicina forense usamos el vocablo inglés ‘blast’ (explosión interna) cuando se registra una agresión contusionante del aire; el cuerpo se fragmenta, pudiendo recogerse trozos en incluso trazas de cabello, piel, esqueleto óseo, extremidades, cráneo u órganos internos hasta una distancia aproximada de 200 metros desde el foco de explosión, explicó el forense.