La ciudadana peruana María Elena Amaya Ludeña (57), quien fue extraditada a Noruega por haber robado varias joyas a un rey africano el año pasado en Oslo, se deshizo de las valiosas prendas en una tienda de ese mismo país, donde las fundieron. Por la venta, la peruana cobró tan solo US$ 44 mil dólares.
Según un informe de la Interpol-Lima, revelado por “América Noticias”, Amaya Ludeña ideó y lideró el millonario atraco durante una convención económica. La investigación policial indica que la peruana actuó con cómplices, quienes se infiltraron en la comitiva del rey de Ghana y le sustrajeron varias alhajas, entre coronas, anillos, collares y pulseras de los equipajes.
Todo lo robado fue convertido en tres barras de oro macizo. Según el precio actual del metal precioso, el monto de lo robado superaría los US$150 mil, si se calcula cada barra con un peso promedio de un kilo.
A fines del año pasado, la mujer había regresado al Perú escapando de la justicia, pero una rápida operación conjunta entre la policía peruana y la noruega pudo concretar su captura en San Juan de Lurigancho. Pese a que fue detenida junto a sus presuntos cómplices, solo Amaya ha sido solicitada por la justicia de Noruega.