El presidente estadounidense, Barack Obama, abogó hoy ante la Puerta de Brandeburgo por mantener el espíritu de Berlín de paz y justicia, y se comprometió a negociar con Rusia para reducir hasta un tercio las armas nucleares de ambos países.
El Muro pertenece a la historia, pero tenemos historia por hacer también, manifestó Obama en un esperado y simbólico discurso en Berlín, momento culminante de su primera visita oficial a Alemania desde que hace más de cinco años llegó a la Casa Blanca.
Convencido de que se puede garantizar la seguridad de EE.UU. y de sus aliados reduciendo un tercio el arsenal nuclear estratégico estadounidense, Obama avanzó que tiene intención de negociar esa reducción con Moscú para superar las posiciones nucleares de la Guerra Fría.
LA RESPUESTA DE PUTIN La respuesta del presidente ruso, Vladimir Putin, no se hizo esperar: No podemos permitir que se altere el equilibrio del sistema de disuasión estratégica o que se reduzca la eficacia de nuestras fuerzas nucleares, aseguró desde San Petersburgo.
Sin embargo, Obama se mostró optimista, anunció que su país acogerá en 2016 una nueva cumbre de seguridad nuclear e hizo un llamamiento mundial para empezar a negociar un tratado que termine con la producción de material de fisión para armas nucleares.
CERRAR GUANTÁNAMO Esto es lo que nos hace diferentes de aquellos del otro lado del muro, subrayó el presidente estadounidense, admitiendo la necesidad de superar el estado mental de guerra perpetua sin dejar de mantenerse vigilantes ante la amenaza del terrorismo.
Dar ese paso, subrayó, supone también controlar el uso de nuevas tecnologías como los aviones no tripulados o drones y redoblar los esfuerzos para cerrar la prisión de Guantánamo, un compromiso de su primera legislatura que, admitió, ha resultado más difícil de lo esperado al no lograr el apoyo del Congreso.
Junto a la canciller de Alemania, que rechaza de plano entregar armas a la oposición siria como ha decidido EE.UU., Obama ha calificado su política de coherente y ha vuelto a apostar por un proceso de transición política sin Bachar al Assad.
La última cita de la agenda de Obama en Berlín será la cena de gala, que ofrece la canciller a Obama y su esposa Michelle, a la que asistirán las principales autoridades del país.