Giorgio Napolitano, a sus 87 años, fue reelegido presidente de la República italiana en la sexta votación del Parlamento, después de que los partidos políticos le rogasen hoy que aceptase volver a presentarse ante la total parálisis política en la que se encontraba inmersa Italia.

Napolitano, que se convierte así en el primer presidente italiano que repite este mandato de siete años, obtuvo 738 votos, superando ampliamente la mayoría absoluta de 504 votos requeridos.

En un país en el que desde hace dos meses no se consigue formar gobierno, después de tres días y cinco votaciones las fuerzas políticas también parecían incapaces de dar con el candidato que consiguiese la mayoría absoluta.

Personas del calibre del ex sindicalista Franco Marini y el dos veces primer ministro y expresidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, no lograron ser elegidas en las pasadas votaciones y las fuerzas políticas se encontraron sin soluciones y sin candidatos.

A esto se unía el cisma que se ha vivido en el Partido Demócrata (PD), que ha sido incapaz de votar en bloque a ningún candidato, lo que provocó ayer la dimisión tanto del secretario general de la formación, Pier Luigi Bersani, como de la presidenta, Rosi Bindi.

Bersani, cuya dimisión será efectiva ya hoy tras la reelección del presidente, sacó la última carta de la manga y acudió al Quirinale, sede de la Jefatura de Estado para pedir ayuda a Napolitano en su último gesto de político responsable.

RUEGO E INSISTENCIA Ante tanta insistencia y la grave situación de parálisis del país, Napolitano emitió un comunicado en el que aceptaba volver a presentar su candidatura.

Consciente de las razones que se me han presentado, y en el respeto de las personalidades que hasta ahora se han sometido al voto para las elecciones del nuevo jefe de Estado, considero que tengo el deber de ofrecer la disponibilidad que se me ha pedido, escribió Napolitano en una nota.

La elección de Napolitano se vivió en el hemiciclo con escenas de júbilo y ovaciones, por parte de todos los partidos a excepción del Movimiento 5 Estrellas (M5S) del cómico Beppe Grillo.