Una decisión proteccionista del gobierno de Argentina que prohibió el trasbordo de mercaderías de ese país en puertos uruguayos generó malestar en ambas orillas del Río de la Plata, donde se temen fuertes pérdidas y perjuicios al comercio, y provocó una respuesta de inusitada dureza de parte del presidente José Mujica.
La polémica medida, tomada por un funcionario de bajo rango y anunciada el 29 de octubre, determinó que dentro del Mercosur las cargas de exportación originadas en puertos argentinos, únicamente podrán ser transbordadas en otros puertos de jurisdicción nacional o en puertos de los Estados Parte del Mercosur y sus Estados asociados que mantengan vigentes acuerdos de transporte marítimo de cargas con la República Argentina.
Como Uruguay no tiene firmado tal acuerdo con Argentina, la decisión impide que el puerto de Montevideo reciba en tránsito contenedores con mercadería argentina con destino a terceros países, una de sus principales actividades y fuentes de ingresos. La orden fue firmada por el subsecretario de Puertos y Vías Navegables de Argentina, Horacio Tettamanti.
La medida provocó una dura respuesta del presidente uruguayo José Mujica, quien dejó de lado su tradicional mano tendida al gobierno argentino y comparó a la presidenta Cristina Fernández con Manuel de Sarratea, un político bonaerense del siglo XIX, considerado uno de los máximos traidores al prócer uruguayo José Artigas.
En su audición radial de hoy, Mujica acusó al gobierno argentino de tomar medidas que hacen añicos el Mercosur y lo comparó con los antiguos gobiernos de Buenos Aires que en la época colonial y primeros años de la vida independiente que postergaban al puerto de Montevideo y llevaron a que Uruguay terminara siendo un país independiente y separado del resto de las provincias que habían compuesto el Virreinato del Río de la Plata y hoy forman Argentina.