No todo es color de rosa para el príncipe Harry: la polémica fortuna de los Windsor. (Foto: AFP)
No todo es color de rosa para el príncipe Harry: la polémica fortuna de los Windsor. (Foto: AFP)
Redacción EC

En menos de una semana, el y se dirán "sí" frente a unos 3000 millones de personas, hipnotizadas frente a las pantallas de televisión del mundo entero por el fasto de la boda más glamorosa de los últimos años. El costo de ese episodio excepcional se elevará -según los expertos- a unos 34 millones de euros. La factura será pagada en su totalidad por la casa real británica. Pero nadie debería compadecerlos: "la firma", como bautizó a su familia el propio rey Jorge VI, padre de la actual monarca, tiene recursos que l0 permiten.

La fortuna personal de la reina Isabel II y de su familia siempre ha sido motivo de controversias. ¿Cómo se constituye su patrimonio? ¿Quién es el miembro más rico? ¿A cuánto asciende su capital?

"Si bien la fortuna de la soberana es generalmente estimada en unos 530 millones de euros, la cifra es meramente simbólica, pues solo concierne su portafolio bursátil y sus dos residencias de Balmoral y Sandringham, que representan una parte importante de ese total", analiza Steve Sanders, historiador del patrimonio real británico.

Es muy delicado definir la frontera entre activos personales y bienes sobre los que Isabel II posee el usufructo, aun cuando tampoco pertenezcan al Estado. El ejemplo de las joyas reales y de las obras de arte es una excelente demostración.

Coronas y otros ornamentos expuestos en la Torre de Londres pertenecen, en principio, al pueblo británico. Las joyas heredadas por la reina de su madre y de su abuela entran en esa categoría. Sin embargo, ninguna de ellas son propiedad del Estado. Y su valor supera, sin duda, los 1000 millones de euros.

"Solo el broche con los diamantes Cullinans III y IV valdría 100 millones de euros. Y es precisamente esa diferencia entre bienes privados y en usufructo que permite a muchos expertos estimar la fortuna de la monarca ya no en centenares de millones, sino en miles de millones de libras", agrega Sanders.

La fortuna de la corona se constituyó históricamente a través de propiedades heredadas. La práctica que consiste en establecer tierras reales -o que pertenecen al monarca- remonta a la conquista normanda de Inglaterra.

Cuando Jorge III subió al trono en 1760, la gestión de las finanzas reales cambió. El Parlamento comenzó a pagar la totalidad de los gastos del gobierno y el mantenimiento de todas sus residencias. A cambio, el Parlamento recibiría "ingresos hereditarios" del llamado Crown Estate (Estado real). En otras palabras, el Crown Estate es "poseído por el monarca durante todo su reino", pero no es su propiedad privada.

En esa categoría entran las fabulosas colecciones de cuadros, tapices y muebles diseminados en las numerosas residencias reales. También palacios como el de Buckingham o el castillo de Windsor, donde se casarán Harry y Markle.

En todo caso, la mayor parte de la riqueza de la familia real proviene de tierras heredadas y de inteligentes inversiones. Los contribuyentes británicos también la financian a través de la denominada "subvención real", establecida por el Tesoro público para evitar que se repitan las turbulencias del pasado, como ciertas operaciones offshore reveladas por los Paradise Papers.

Este año, esa subvención se elevará a unos 88 millones de euros. ¿Demasiado caros para el pueblo británico? Ni súbditos ni especialistas lo ven así: "La monarquía británica aporta cerca de 2.000 millones de euros por año a la economía del Reino Unido. Un cuarto solo en turismo", anota la revista Forbes.

Los bienes del príncipe Carlos de Inglaterra se estiman en torno de los 193 millones de euros. El patrimonio del príncipe Harry se eleva a 17 millones de euros. El de su hermano mayor, Guillermo, a 11 millones. El futuro rey es, en efecto, el más pobre de la familia real. Pero, ¿qué importa, teniendo en cuenta que un día heredará la inmensa fortuna y de su abuela Isabel II?

Fuente: La Nación / GDA

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