En la Sala Ocho, un pabelln de paredes altas y grises en el Hospital de enfermedades infecciosas Muiz de Buenos Aires, se renen cada lunes Yesica, Hannah, Carla y Valentina.
Acuden para cuidar a sus compaeras infectadas con VIH, el virus causante del sida, y para realizar talleres dirigidos a la comunidad de travestis, transgneros y transexuales de Argentina.
Yesica llega con su interminable melena negra, Hannah con su pnico a las cmaras de televisin, Carla con tanto escote como seguridad en s misma, y Valentina con la cara de timidez de quien acaba de dejar su provincia para llegar a la gran ciudad.
Todas, con ms pinta de guerreras que de princesas.
Son el rostro de la ola de empoderamiento de la comunidad trans que Argentina vive desde que hace exactamente dos aos se aprob la Ley de Identidad de Gnero.
LEY PIONERA Aquella norma fue la primera en el mundo en garantizar a los trans el cambio de nombre en todos los documentos oficiales sin necesidad de someterse a un proceso judicial ni pasar por una legin de psiclogos que confirmaran lo que ellos ya tenan claro desde nios.
La ley fue observada con atencin en otras partes del mundo, por la admiracin o por el rechazo que despertaba, segn el caso.
Y es que tambin contempla el acceso a tratamientos hormonales e intervenciones quirrgicas cubiertas por la Sanidad pblica y privada de manera gratuita.
Tambin abri la puerta a otros avances que ponen a Argentina que ya fue el primer pas de Amrica Latina en legalizar el matrimonio igualitario- en la vanguardia del reconocimiento de derechos de las minoras sexuales.
Segn un informe publicado con motivo del Da Internacional contra la Homofobia y la Transfobia, que se conmemora el 17 de Mayo, se observ que la ley dio lugar a un incremento en el acceso a la salud, la educacin, el trabajo, y al ejercicio de derechos polticos y civiles.
Este estudio de la Fundacin Husped y de la Asociacin de Travestis, Transexuales y Transgneros de Argentina (ATTTA) revela que desde la promulgacin de la ley en 2012, ms de la mitad de la poblacin trans ha realizado ya el cambio de identidad en su DNI.
Adems de producirse cambios significativos en la forma en que los trans estn incorporndose a la sociedad o son tratados por sectores tradicionalmente hostiles a este colectivo.
La mayora de las mujeres trans que fueron detenidas dijo que haba sufrido abuso por parte de la polica antes de la ley, adems el 48,3% report maltrato fsico y un 43% abuso sexual.
Segn las entrevistadas, estos episodios no han sido vividos con la misma frecuencia desde la sancin de la ley y han disminuido considerablemente a menos del 10% el maltrato fsico y el abuso sexual, explican.
En el mbito de la Salud, casi la mitad de los trans evitaba asistir a un centro de salud por miedo a ser discriminado hace dos aos, con las consecuencias que eso traa para su bienestar.
Este nmero se redujo a un 5,3% en el ltimo ao, reza el informe.
La Sala Ocho del hospital Muiz es slo un ejemplo del cambio.
Antes, cuando no haba una ley que nos haca respetar, las compaeras venan y las ponan en salas de varones, eran mal atendidas y las trataban con el nombre de hombre que apareca en el DNI, cuenta Yesica Gmez, que ahora trabaja como subsecretara de Derechos Humanos de la Ciudad de Buenos Aires.
Ahora los empleados ya saben que las tienen que poner en una sala de mujeres, llamarlas por su nombre y tratarlas como se merecen.
LA NIA LUL Quizs el caso que mejor ilustra el aire de cambio en Argentina es la historia de Lul, una nia nacida con genitales masculinos y que apenas cuando empezaba a hablar manifest a su madre que ella era en realidad una nena una princesa.
Con slo 6 aos, en octubre de 2013 recibi un nuevo DNI acorde con su identidad de gnero, tratndose del primer caso en el mundo en el que las autoridades reconocan el derecho de un menor sin necesidad de un proceso judicial.
Este caso gener preguntas en la sociedad, le cuenta a BBC Mundo la periodista Mariana Carbajal, quien dio a conocer la historia en la seccin de Sociedad del diario Pgina12, el primer medio de gran difusin que adems cuenta con un suplemento propio para tratar cuestiones de la comunidad LGBT (De lesbianas, gays, bisexuales y transexuales).
La historia de Lul nos interpelaba a todos como sociedad y hoy nuestros nios y nias ya no se sorprenden cuando hablamos de ciertos temas, aade.
Hoy hay cada vez ms familias que acuden con sus hijos a los especialistas en temas trans, explica Marcela Romero, presidenta de ATTTA.
Antes no se hablaba de nosotras en la sociedad, y si se haca era para tratarnos de degenerados, depravados y causantes de todos los males de la sociedad, cuenta.
Por eso a nosotras nos pegaban, porque cruzbamos las piernas o movamos las manos, nos decan que nos sentramos bien, que ramos un hombre y parecamos una mujer. Todo eso cambi para los nios de hoy en da, dice.
TRANSLATINOAMRICA Argentina est adems a punto de convertirse en el primer pas de Amrica Latina en contar con una Casa Trans financiada por la administracin pblica.
Est previsto que en diciembre abra sus puertas en el barrio de Caballito un espacio cedido por la ciudad de Buenos Aires y gestionado por activistas que servir de punto de encuentro para que el colectivo pueda compartir experiencias, recibir informacin sobre salud, integracin laboral o educativa.
Adems, legisladores nacionales trabajan en un proyecto de ley que facilitara la exencin de impuestos a las empresas que contraten a trabajadores trans.
Mientras, en la zona de Chacarita, uno de los barrios ms tradicionales de Buenos Aires, estudian los alumnos del Bachillerato Popular Mocha Celis, un centro educativo en el que muchas personas trans han encontrado refugio para volver a los estudios.
Yo tengo la imagen de cuando iba a la escuela y mi nica obsesin era poner mi nombre en los papeles, poder acceder a algo tan bsico como eso que me llamaran con mi gnero, recuerda Vida Morant, actriz y coordinadora del Bachillerato.
Las aulas del Mocha no son muy distintas a las de cualquier otro bachillerato. Aqu tambin se estudia matemticas o lengua, la principal diferencia es que el centenar de estudiantes que conforma el alumnado no tiene que preocuparse por cmo los tratarn los profesores o los compaeros.
Que la manera en que cada uno quiera expresarse no es tan importante en este centro queda claro al entrar al bachillerato: una imagen del prcer Domingo Faustino Sarmiento, impulsor de la Educacin pblica en el pas, maquillado y con los labios pintados de fucsia, recibe cada da a los alumnos.
TAREAS PENDIENTES Pero no todo en Argentina es del color de los labios de Sarmiento.
A pesar de los avances logrados en los ltimos dos aos, gran parte de la comunidad trans sigue excluida del sistema formal de trabajo.
En el caso de las mujeres, la mayora queda relegada al trabajo sexual como nica salida laboral, segn el informe de Husped/ATTTA.
Y en lo que concierne a los varones trans, el riesgo de suicidio todava supone una situacin preocupante.
Se encontr que 5 de cada 10 hombres trans han tenido ideaciones suicidas y 4 de cada 10 de ellos han realizado algn intento de suicidio, de acuerdo al estudio.
La discriminacin histrica en los sectores educativos y sanitarios tambin marcaron la salud del colectivo, que ahora se aboca a la prevencin de infecciones de transmisin sexual y otras enfermedades.
Segn datos del Instituto Nacional contra la Discriminacin, la Xenofobia y el Racismo (Inadi) su expectativa de vida es de 35 aos.
Por si fuera poco, la vida de los trans en algunas provincias de Argentina, especialmente en aquellas donde la cultura machista sigue ms arraigada, todava es un infierno y muchos son expulsados de sus hogares por sus propios padres.
El seor que nos vea como un demonio, como anormales o seres antinaturales todava sigue pensando eso de nosotras y nosotros, cuenta Vida Morant.
La Iglesia Catlica, que hace dos aos con el entonces cardenal Jorge Bergoglio a la cabeza se opuso frontalmente a la Ley de Identidad de Gnero, sigue sin aprobar los recientes cambios en la sociedad.
Y la representacin de los trans en algunos medios de comunicacin argentinos tampoco ayuda a la integracin total.
Seguimos siendo objeto de ridculo, de humor grotesco o incluso nos vinculan a hechos delictivos, dice Morant.
Hasta hace poco ramos muertas civiles. Ahora somos ciudadanas de derecho, pero desiguales de hecho, hay una mora en muchos sectores de la sociedad.
En la Sala Ocho son conscientes de todo ello porque lo han sufrido en carne propia.
Pero a pesar de las dificultades, pese a los obstculos y el largo camino que an les queda por recorrer para lograr una igualdad real, todas las historias de estas guerreras transpiran esperanza.
Y, sobre todo, un fuerte sentido de la responsabilidad.
Sabemos que muchos pases nos estn mirando, cuenta Valentina, una de las chicas.
Tenemos que seguir luchando porque se nos considera un ejemplo a seguir.