El grupo Clarín, el único que se mantuvo en la pelea contra el gobierno de Argentina por la polémica ley de medios que fue aprobada en la víspera, tiene pocas opciones para hacerle frente a la norma que limita sus propiedades.
Entre ellas, se encuentra la que han anunciado que podrían seguir: recurrir a tribunales internacionales para iniciar una guerra en el ámbito judicial en contra de la medida del gobierno de Cristina Fernández.
Sus otras opciones implican un plan de “adecuación” parecido al que ya han propuesto grupos similares en Argentina, como el de Manzano-Vila, que evalúa un reparto de medios entre socios, o la transmisión de las licencias de los principales accionistas del grupo a los futuros herederos.
Estas complejas medidas son las que tiene a su disposición Clarín, teniendo en cuenta que las empresas Fibertel y Cablevisión (ambas del Grupo Clarín) operan sobre la misma red digital cuyos servicios son regulados por normas diferentes.
ARTÍCULO POR ARTÍCULO Según el presidente de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca), Martín Sabbatella, se debe “recuperar el tiempo perdido” tras cuatro años en los cuales los artículos 41, 45, 48 y 161 estuvieron suspendidos para el grupo Clarín. Lo que se viene es, específicamente, la aplicación del artículo 45.
La primera parte de esta sección de la polémica ley fija topes a la cantidad de licencias (permisos para tener medios) y establece múltiples incompatibilidades a la propiedad cruzada de distintos tipos de medios. Clarín sólo podría tener 10 licencias de radio y de TV abierta, pero actualmente tiene 11.
Asimismo, se limita a uno la cantidad de canales de cable o TV paga por grupo. Clarín tiene las señales Todo Noticias, Volver, Quiero Música en Mi Idioma, Metro y Magazine, sin contar la participación que tiene en TyC Sports y Canal Rural.
Pero la limitación más importante es el tope de 24 licencias para el cable que impone este artículo. Hoy Cablevisión usa más de 158 licencias.
Incluso si llegara a respetar el tope de 10 señales de radio y TV abierta y 24 licencias de cable, Clarín no deberá llegar a más del 35% de la población del país o abonados a la TV por pago. Además, se le niega tener una TV abierta y una TV por suscripción en una misma localidad, lo que lo obligaría a vender sus licencias.