MARIO CASTRO GANOZA Corresponsal en Tokio
Yasukuni alberga los espíritus (nombres) de 2.466.532 soldados japoneses y coloniales (27.863 coreanos y 21.181 taiwaneses) caídos en los conflictos bélicos en los que participó Japón en el pasado. Entre ellos, los de 14 altos mandos militares que luego de la Segunda Guerra Mundial fueron juzgados, hallados culpables de crímenes de guerra y condenados a la horca, a cadena perpetua o a largas penas de prisión.
La polémica sobre el santuario tienen su origen el 17 de octubre de 1978, día en el que de forma discreta el templo decidió venerar como Mártires de Showa a los 14 oficiales del Ejército Imperial que el Tribunal Militar Internacional para el Lejano Oriente, condenó como criminales de guerra de la Clase A. Seis meses después, el 19 de abril de 1979, la noticia saltó a los medios de comunicación iniciándose la polémica que dura hasta la fecha.
Los que se oponen a las visitas de las autoridades japonesas al templo, indican entre las razones que Yasukuni no solo le rinde homenaje a los criminales de guerra, sino que justifica sus actos. De hecho, en un folleto editado por el santuario se puede leer: la guerra es algo verdaderamente deplorable pero fue necesaria para que pudiésemos preservar la independencia del Japón y para prosperar junto a nuestros vecinos asiáticos.
Adicionalmente, en el folleto se afirma: algunas de las 1.068 personas que fueron erróneamente acusadas de ser criminales de guerra por el tribunal aliado se veneran aquí. Paralelamente y en la versión inglesa de la página web del santuario, se señala que estas 1.068 personas fueron enjuiciados cruel e injustamente como criminales de guerra por un tribunal de pantomima de las Fuerzas Aliadas.
Por otro lado, en la página Web del templo (versión en japonés) se asegura que las mujeres de bienestar no fueron obligadas por el Imperio Japonés a prestar servicios, en referencias a las miles de mujeres chinas y coreanas que fueron secuestradas y obligadas por el ejército nipón a servir como prostitutas para la tropa.
Luego de la polémica desatada en 1979, el emperador Hirohito dejó de visitar el santuario y se ha mantenido en esa línea desde entonces, para evitar tensiones con los países vecinos.
Hasta la fecha, tres son los primeros ministros japoneses que han visitado el templo: Yasuhiro Nakasone en 1985, Ryutaro Hashimoto en 1996, y principalmente Junichirō Koizumi, que entre el 2001 y el 2006 lo visitó seis veces
DATOS Criminales de guerra en Yasukuni y las penas que recibieron.
Ejecución por ahorcamiento: Hideki Tōjō, Seishiro Itagaki, Heitaro Kimura, Kenji Doihara, Iwane Matsui, Akira Mutō y Kōki Hirota.
Cadena perpetua: Yoshijirō Umezu, Kuniaki Koiso, Kiichiro Hiranuma y Toshio Shiratori.