Este martes la primera fase de la operación más grande (y crítica) de salvamento jamás vista para enderezar un barco de pasajeros concluyó entre aplausos. Pero mientras los rescatistas tocaban tierra, los medios, las autoridades y las asociaciones ecologistas ya se hacían la siguiente pregunta sobre dónde será desmantelada la nave.

Y es que, no se trata de un asunto menor, si no de una ganancia política enorme y un negocio millonario. El puerto que logre obtener el beneficio de desmantelar el barco dará empleo a cientos de trabajadores durante un buen tiempo y logrará poner su nombre en alto.

Sin embargo, antes de que eso suceda, falta realizar una serie de fases previas que tomarán meses de trabajo. Los hombres de la empresa Titán/Micoperi trabajarán durante todo el invierno en la verificación de los restos de la nave y la instalación de los contenedores del lado de estribor, el reflotamiento, el retiro y la restauración ambiental.

No hemos terminado todavía, dijo Nick Sloane, el hombre a cargo de la operación.

La fecha, sin embargo, ya está prevista. El jefe de Protección Civil italiano, Franco Gabrielli, dijo en conferencia de prensa en la isla de Giglio que espera se lleve a cabo en el primer semestre del próximo año.

Pero lo vamos a comprobar paso a paso ya que esta historia nos ha enseñado que debemos ser muy cautelosos con los calendarios.

EL FAVORITO Durante los meses a la espera de que el barco fuera enderezado, el lugar de su destino final se ha convertido en un motivo de campañas de promoción en Italia.

Y la mayoría de las miradas apuntan a Piombino, el puerto toscano más cercano, en donde ya se están llevando a cabo trabajos de infraestructura para poder recibir el barco. En parte, gracias a un financiamiento estatal de casi US$150 millones.

La ventaja más exaltada ha sido que el barco debería ser transportado por un corto trayecto.

Si miramos por la ventana de aquí vemos la isla de Giglio, aseguró Luciano Guerrieri, comisario de la Autoridad portuaria de Piombino al portal de noticias Labitalia.

Un punto a favor que apoyan fuertemente los ecologistas.

Vittorio Cogliati Dezza, presidente de Legambiente, una de las asociaciones ecologistas más importantes del país, insiste en que espera que el Concordia con el casco afectado sea llevado a un puerto cercano capaz de proteger adecuadamente la seguridad de los trabajadores y del medio ambiente.

Sin embargo, a pesar del detallado esquema de tiempos que han revelado las autoridades de Piombino, no todos están seguros de que la restructuración del puerto pueda ser terminada a tiempo para la fecha en la que las autoridades tiene previsto remolcar el crucero.

LOS COMPETIDORES A pesar de la lejanía, varios puertos de Italia y sus autoridades no han ahorrado esfuerzos al desplegar sus cartas para ser elegidos como los mejores entre los candidatos.

En la región Lazio, Civitavecchia se regocija de tener el fondo marino adecuado y el espacio para que la nave pueda ser alojada, según explicó el presidente del puerto, Pascualino Monti, a la agencia de noticias Adnkronos.

Además, dijo, ya les fueron aprobados los fondos para construir un dique seco para alojar buques de gran tamaño, como el Costa Concordia.

Sin embargo, en el sur del país, en Palermo, el síndico de la ciudad Leoluca Orlando hizo un llamado al sentido común y pidió que el buque sea llevado a ese puerto siciliano. ¿Sus razones? Que allí opera la empresa Fincantieri, que construyó el Costa Concordia y los grandes contenedores utilizados para enderezarlo.

En cambio, el puerto de Génova asevera que la elección del puerto debe ser sobre todo de carácter técnico y no político.

Con esta carrera de candidaturas, estamos viendo un espectáculo indecente que refleja la situación de los puertos italianos fraccionados y sin una dirección, dijo el presidente de esa autoridad portuaria, Luigi Merlo, a la agencia de noticias ANSA.

Por el puerto de Nápoles habló el gobernador de la región Campania, Stefano Caldoro, quien dijo que puso su disponibilidad en una carta desde hace unos meses. Y del otro lado del Mar Tirreno sobresale la candidatura publicada en Facebook de Cerdeña, con el Puerto Torres, en una movida para salir de la fuerte crisis de desempleo que afecta a la isla.

OTROS DESTINOS Mientras los puertos italianos abanican sus ventajas, los técnicos creadores de la enorme operación de salvamento aseguran que la última palabra la tiene la empresa propietaria del barco, Costa Crociere.

La distancia es un problema relativo, estamos listos para transportarlo a cualquier lugar, por lo menos en el Mediterráneo, según cita la agencia TMNews.

Estos comentarios han abierto la puerta a otra opción, que dejaría a los puertos italianos y a sus autoridades fuera de la pelea. Se trata de Turquía.

Y aunque la empresa de cruceros no ha hecho declaraciones al respecto, Legambiente ha asegurado en varias ocasiones que ese es el destino que tiene pensado la empresa privada. Y que rechaza contundentemente.

Como demuestran los incidentes recientes, muchos astilleros (en Turquía) no son adecuados a las nuevas normativas de la UE, dijo Vittorio Cogliati Dezza, presidente nacional de Legambiente, según la agencia de noticias ASCA.

Para la organización ambiental, el asunto de la remoción y demolición del barco no es una decisión de Costa Crociere.

El Concordia no puede se considerado más como un barco, ahora es un enorme desecho esperemos flotante y por eso creemos que la elección del destino final no puede dejarse en manos del sector privado involucrado en el accidente, dijo Cogliati Dezza.

El ministro del Medio Ambiente de Italia, Andrea Orlando, replicó que ahora se trata de identificar la mejor metodología para colocarlo en el puerto más funcional para desecharlo.

ESCOLLO Sin embargo, más allá del pleito político italiano, lo del Costa Concordia fue una tragedia y aún se encuentra bajo secuestro judicial. Su liberación deberá ser decidida por un tribunal.

Cinco miembros de la tripulación han sido encontrados culpables de homicidio involuntario y negligencia. El capitán todavía está en juicio. Y ahora, el Costa Concordia está más cerca de ser alejado de la isla de Giglio, explica el corresponsal de la BBC en Giglio, Matthew Price.

La prioridad, dice, es el rescate de los cuerpos de las dos últimas víctimas del naufragio, Russel Rebelli y Mari Grazia Tricarich, que se cree que todavía pueden estar atrapados en la parte de la nave que salió a flote la madrugada del martes.

Pero todavía hay un escollo más que librar. El 23 de septiembre está revista una audiencia en la que se deberá decidir si aceptan la solicitud de la defensa del comandante del barco, Francesco Schettino, de una nueva evaluación sobre algunos sistemas a bordo.

Justamente aquellos que acaban de salir a flote.