Refugiados escapan del campo de Roszke, el 'Guantánamo húngaro'

Un grupo de unos 150 refugiados huyó hoy del punto de reunión de Roszke, frontera de Serbia con Hungría, hacia terrenos agrícolas cercanos, para evitar ser registrados e identificados por las autoridades, informó la agencia MTI. 

Roszke, el lugar desde dónde serían llevados a los centros de registro, es considerado por estos refugiados como el "guantánamo europeo".

"Me siento como un prisionero", le dijo Rachid a la agencia Efe desde detrás de la doble verja del campo de internamiento ubicado en el sur de Hungría, por donde siguen entrando sin pausa refugiados de países donde la guerra hace imposible seguir viviendo.

Rachid es sirio. Junto a él están afganos, bangladesíes, pakistaníes e iraquíes. Se quejan de que no les dan suficiente comida, agua o mantas, de que no pueden ducharse, de que les falta tabaco (un paquete lanzado sobre la verja por un periodista se convierte en un preciado trofeo), de que nadie les dice cuánto estarán retenidos.

"Es Guantánamo", resume otro, mientras por detrás se oye un cántico de voces infantiles que piden comida y poder marcharse.

Fotos: Reuters

La reacción de los refugiados se debe a que ellos pasan noches enteras al aire libre hasta su traslado, por lo que en el punto de reunión ya se han registrado varias protestas e intentos de fuga hacia la autopista M5 que une la frontera sur con la capital húngara, Budapest.

La actual normativa comunitaria hace responsable de la atención de los refugiados al primer Estado comunitario en el que queda constancia de su paso, por lo cual los exiliados temen que si son identificados en Hungría, los obliguen a volver aquí.

Los agentes no recurrieron a la violencia ni emplearon material antidisturbios pero se han lanzado en persecución de los que tratan de huir, según se desprende de las imágenes de televisión difundidas por los canales locales.

La inmensa mayoría de los refugiados que entran en Hungría no pretenden quedarse en el país sino cruzar cuanto antes hacia otras naciones más ricas, como Alemania o Suecia, siempre pasando por la vecina Austria.

Las manifestaciones se dan luego que anoche, otros 300 refugiados intentaran huir del mismo lugar, aunque finalmente regresaron forzados por la Policía.

Amnistía Internacional ha criticado las condiciones del centro de registro de Roszke, donde hace tres días se inauguró una nueva instalación, con una capacidad para 1.500 personas y acondicionada para las bajas temperaturas.

A diario, las autoridades húngaras aceptan entre 1.000 y 3.000 refugiados que cruzan la frontera con Serbia, provenientes desde países en conflictos, como Siria o Afganistán.

Viktor Orban , primer ministro húngaro,  anunció hoy que en vista de que el país ha interceptado en lo que va del año a más de 160.000 refugiados, se acelerará la construcción de la valla de 4 metros de altura en la frontera serbia, para frenar la inmigración. 

Fuente: EFE