El régimen sirio probó granadas de gases tóxicos a fines de agosto en el desierto, asegura la nueva edición del semanario alemán Der Spiegel.

Según testigos citados por la revista, aviones y tanques lanzaron cinco o seis granadas sin rellenar en el desierto de Safira, al este de Alepo.

Cerca del terreno de pruebas hay un centro de investigación de armas químicas. Der Spiegel señala que en las pruebas había también funcionarios iraníes. Siria admite que posee gases venenosos, considerados un arma de destrucción masiva, pero asegura que no tiene la intención de utilizarlos.

INVESTIGACIÓN DE ARMAS QUÍMICAS Informes publicados en julio aseguraban que parte de esas armas fueron trasladadas a bases militares para impedir que caigan en manos de la insurgencia que combate al régimen de Bashar al Assad.

Los servicios secretos occidentales aseguran que en el centro de investigación de Safira se producen y se prueban gases tóxicos como Sarin, Tabun y gas mostaza.

En los últimos meses la vigilancia del centro se reforzó con un centenar de soldados, indican las fuentes. También se llevaron generadores y combustible para garantizar la refrigeración del centro en casa de un ataque rebelde.