MDN
Marcelo Roffé
Milagros Asto Sánchez

Tengo 51 años y soy argentino. Fui el primer psicólogo deportivo de mi país en participar en dos Mundiales: el del 2006 con Argentina y el del 2014 con Colombia junto a José Pekerman, con quien trabajé por 15 años. He escrito 12 libros. El último de ellos es “Liderazgo para equipos” (Planeta), que tiene prólogos de Mario Yepes y Javier Mascherano.

El gol de Lionel Messi ante Nigeria y el de Yerry Mina ante Inglaterra. Esos fueron los momentos favoritos de Marcelo Roffé en el Mundial de que ayer llegó a su fin. El destacado psicólogo deportivo –que ha trabajado con futbolistas como Javier Saviola, Javier Mascherano, James Rodríguez y el propio Messi– analiza desde su cancha lo que dejó el torneo que nos envolvió.

—Muchos hinchas llegan a este día con tristeza, ¿existe una depresión post Mundial o es una exageración?
Para los que somos muy futboleros sí. La palabra depresión se asocia a un cuadro psicopatológico, por ahí es exagerado, pero sí podemos decir que hay un bajón, un aire de melancolía que seguramente no llega a una angustia, pero sí es una tristeza porque algo que esperaste cuatro años duró un mes, lo disfrutaste, pero ya terminó. Lo que pasa es que en la vida lo bueno dura poco. Es así.

—¿Cómo vivió usted este Mundial?
Este Mundial lo viví distinto del anterior. El del 2014 lo viví desde adentro, 45 días concentrado con la selección de Colombia en Brasil. Fue el punto más alto de mi carrera. Me preparé 20 años para ese momento y además a Colombia le fue muy bien, así que fue doble el disfrute. Me fui de la selección en el 2015 por temas familiares, así que este Mundial lo viví desde afuera, tranquilo, trabajando, dejándome espacio para ver los partidos y disfrutando con mi familia y mis amigos.

Juan Cuadrado (Foto: Archivo personal Marcelo Roffé)
Juan Cuadrado (Foto: Archivo personal Marcelo Roffé)

—¿Es más difícil “volver a la normalidad” para el hincha que esperó 36 años?
Yo creo que Perú después de esto puede volver a clasificar, como le pasó a Colombia, que clasificó después de 16 años, y luego volvió a hacerlo. Perú ahora tiene que agarrar la senda de los mundiales. Esperemos que vuelva a estar porque su gente se hizo sentir y su fútbol también. Así que a no caerse y a ver lo bueno que tuvo el equipo más allá del resultado, a valorar que se ganó el primer partido después de 40 años y a mantener el proyecto y el proceso.

—¿Y qué representa el fin del Mundial para los futbolistas?
Para los futbolistas de élite depende del resultado, no es lo mismo quedar afuera en primera ronda, que en octavos, que en cuartos, que en semifinal. Mi experiencia mundialista me dice que el jugador disfruta mientras está enfocado en eso, lo que quiere es que le vaya bien al equipo y a él y, después, cuando se termina pues se termina y también necesita estar de vacaciones con su familia. No hay que olvidar que el futbolista es un ser humano de carne y hueso al que le pasan cosas, más allá del dinero que gana no es una máquina y también necesita sentirse bien, hacer otras cosas. Si bien el Mundial se disfruta mucho desde adentro también tiene muchísima exigencia y la concentración tan larga puede ser muy desgastante para algunos.

—Vimos a un campeón más irse en primera ronda, ¿es mucha la presión a ese nivel?
Alemania es el tercer campeón que queda eliminado al Mundial siguiente en primera ronda. Yo hice una encuesta en mi Twitter acerca de los factores que influyen en eso, pregunté si era exceso de confianza, relajación, desmotivación u otros. Ganó que se debe a exceso de confianza y también me hablaron de cierto desgaste en el vínculo con el entrenador, de falta de recambio de jugadores. Desde lo psicológico, yo agregaría “el veneno del éxito” que sería algo así como “llego a una cima, a un lugar muy importante y después qué”. Difícil es llegar, pero más difícil es mantenerse y más difícil aún es superarse. La presión es altísima porque tienes que revalidar los títulos y volver a demostrar que eres el mejor y no es fácil a ese nivel.

—A los sudamericanos tampoco les fue bien, ¿se puede explicar desde lo psicológico?
Yo creo que les fue como les tenía que ir. En Europa se está invirtiendo en proyectos desde las divisiones juveniles, como lo hizo Argentina con Pekerman, y cosechó los frutos de 35 jugadores en la selección mayor. Pero después de Pekerman hubo un desierto. Creo que está faltando eso. En Europa se invierte en estructura, en proyectos. Acá nos cuesta sostener un proyecto y por eso nos va como nos va.

(Foto: Archivo personal Marcelo Roffé)
(Foto: Archivo personal Marcelo Roffé)

—¿Qué es lo que más destaca de la selección peruana?
Creo que no es casualidad que Perú haya clasificado ni que haya hecho un buen Mundial. Hay equipos que pasaron la primera ronda que no desplegaron el fútbol que desplegó Perú. Creo que el mérito de Ricardo Gareca es que construyó un equipo, que creyeron en él, y que los convenció de apuntar al sol. Como dice el libro “Legado” sobre los All Blacks: “Apuntemos al sol. Si erramos, le vamos a dar a la alta montaña”. Fue una pena haber perdido el primer partido, porque empezar mal un Mundial es muy difícil de remontar y a Perú le costó carísimo. Pagó ese precio de inexperiencia de tantos mundiales, pero hizo todo como para ganarlo.

—Un penal fallido o el error de un arquero pueden quedar grabados en la memoria de un país por mucho tiempo, ¿por qué es difícil dejar ir lo que salió mal?
Son dos situaciones muy difíciles. Se condena al arquero fácilmente porque es el puesto más difícil. Pierde el equipo, pero el derrotado es el arquero, la gente lo agarra como chivo expiatorio. Creo que es un problema del deporte. Con respecto al penal errado, le pasó a Argentina con Messi, a Portugal con Cristiano, a Perú con Cueva; le puede pasar a cualquiera. Ser el mejor del mundo no quiere decir ser el mejor en patear un penal. Sí, la gente guarda en la memoria los errores si quiere, porque también los periodistas deportivos alimentan eso, pero yo soy un optimista de la vida y del deporte, y pienso que hay que ver lo positivo. Se equivoca el que se anima a actuar, se equivoca el arquero que se anima a atajar, falla un penal el que se anima a patearlo. Y muy pocos se animan a patearlo.

—¿Cómo es ver lo mucho que han crecido jugadores con los que trabajó y cuál es la clave para sacar el mejor potencial de aquellos que son talentosos?
He tenido la suerte de trabajar con jugadores consagrados, con James Rodríguez, Radamel Falcao García, Mario Yepes, Lionel Messi, Javier Mascherano, Lucas Biglia, Carlos Tevez, Sergio ‘Kun’ Agüero y muchos otros. Fue muy lindo verlos crecer y ver cómo fueron consiguiendo todas las cosas que se propusieron.

(Foto: Archivo personal Marcelo Roffé)
(Foto: Archivo personal Marcelo Roffé)

Desde lo psicológico, puedo decir que son jugadores que además de todas las condiciones que tienen (técnico, tácticas y físicas), se intentó prepararlos en la focalización de la atención que es la concentración en el manejo de los miedos y las presiones y las ansiedades, y sobre todo en construir en ellos una resiliencia, fortalecerlos mentalmente para que después de un error, cuando el equipo va perdiendo, el jugador pueda sobrellevarlo y seguir pidiendo la pelota y no esconderse nunca. Eso me parece lo más importante, entrenarlos para la adversidad. Ese es el gran objetivo del entrenamiento mental, de la psicología del deporte.

—El liderazgo es el tema de su último libro, ¿Cómo afecta a un equipo bien encaminado el cambio de entrenador?
El cambio de entrenador puede ser perjudicial siempre y cuando el equipo haya respondido. A ver, todo en la vida tiene pros y contras. En general, si se va el entrenador es por malos resultados, pero si se va por otros motivos es más difícil. Es como cuando una pareja se deja aunque se quiere, al final es más difícil. Pero siempre un entrenador nuevo, si está a la altura, es idóneo y está capacitado, renueva la motivación de todos. Empiezan de cero y eso es bueno para la competencia interna.

—¿Qué es lo que más lo sorprendió de este Mundial a nivel psicológico?
Fueron dos cosas. Primero que hubo muy pocos equipos que pudieron dar vuelta a un resultado como lo hizo Croacia en semifinal contra Inglaterra, la mayoría no pudo. Esto habla de la resiliencia que es algo que se entrena y se trabaja. Otra cosa que me sorprendió es que grandes potencias, como mis tres candidatos (Alemania, España y Brasil), quedaron afuera muy rápido. A Francia y Bélgica los consideraba en la segunda línea de candidatos. Fue un Mundial muy parejo y raro, mira hasta dónde llegó Rusia, lo bien que lo hizo Croacia. También me sorprendió que ningún equipo africano pasara la primera ronda pero Francia está lleno de africanos o hijos de africanos.

(Foto: Archivo personal Marcelo Roffé)
(Foto: Archivo personal Marcelo Roffé)

Otro dato importante es que cuatro selecciones tuvieron psicólogo deportivo, es decir, hubo un progreso respecto al Mundial anterior, en el que solo lo tuvieron Alemania, Colombia y Brasil, y los tres estuvieron en los primeros cinco lugares. En este Mundial fueron Perú, Alemania, Suecia e Inglaterra. Ojalá el próximo Mundial tenga 5 y el siguiente 6 y así sucesivamente y que los dirigentes y los entrenadores se convenzan de que es una necesidad. Claro que el psicólogo deportivo puede garantizar bienestar psicológico y nunca el resultado, el resultado está tomado por una muticausalidad y eso no lo garantiza ni Dios.

- ¿Qué es lo que más va a extrañar del Mundial?
Todo. Los detalles, la previa, las camisetas, los equipos, la emoción, la adrenalina, la incertidumbre, el compartir con mis hijos. Es la máxima cita del deporte rey. El que es futbolero extraña esto. Pero ya vendrán la Copa Libertadores, la Copa Sudamericana, la Copa América, la Champions, el campeonato inglés. La vida continúa, por suerte.

Contenido sugerido

Contenido GEC