Miles de trabajadores rusos de emergencia salieron el sábado a limpiar los daños ocasionados por un meteorito que explotó en los montes Urales, dañando edificios, reventando ventanas y provocando una lluvia de cristales rotos sobre las personas.

Varias personas buscaban restos en un lago cercano a la ciudad de Chelyabinsk, donde se abrió un agujero en el hielo de varios metros de ancho, pero hasta ahora no han encontrado grandes fragmentos, dijeron funcionarios.

La escasez de pruebas en el terreno alimentó las teorías de la conspiración sobre lo que causó la bola de fuego y su inmensa onda el viernes en una zona que acoge muchas plantas de la industria de defensa.

OBJETOS PEQUEÑOS Según informa AFP, varios buzos rastreaban el fondo de un lago de Chebarkul, cerca de Chelyabinsk. Además grupos de científicos se encargan de buscar fragmentos del meteorito.

Los equipos de búsqueda dijeron que habían encontrado objetos pequeños de hasta un centímetro de ancho que podrían ser fragmentos de un meteorito, pero no grandes piezas.