Rusia no se plantea por ahora contribuir al desmantelamiento de las armas químicas sirias destruyéndolas en su territorio, según dijo hoy el ministro de Defensa, Serguéi Shoigu.
No. Para eso es necesaria una decisión. Entre estar dispuesto y poder hacerlo, hay diferencia, señaló el ministro, preguntado por la agencia rusa Interfax.
Shoigu respondía así a algunas informaciones que apuntaban a la posibilidad de que Rusia ofreciera su propio territorio para llevar a cabo lo previsto en el acuerdo alcanzado entre los ministros de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, y estadounidense, John Kerry, la puesta bajo control internacional y posterior destrucción del arsenal químico de Damasco.
En ese sentido, el experto Yevgueni Buzhinski afirmó hoy que la ayuda de Rusia para la eliminación de las armas químicas sirias puede consistir en el suministro de complejos móviles para la destrucción de armas, o bien en la construcción de dichos complejos en territorio de Siria.
DECISIÓN PENDIENTE Por ahora no está claro cómo puede tomar parte Rusia en esto (la destrucción de las armas). Han aparecido algunas informaciones de que Rusia estaría dispuesta a trasladar (a su territorio) las armas químicas. Pero desde allí solo podría hacerse por mar, dijo Buzhinski a la agencia oficial RIA-Nóvosti.
Y si no hay traslado, entonces (Rusia ayudaría), ¿construyendo fábricas o con la vigilancia de éstas armas? Por ahora todo son preguntas. No me imagino como construir una fábrica para la destrucción de armas químicas en medio de una situación bélica, señaló.
Según publicó hoy el diario ruso Kommersant, militares de varios países, entre ellos Rusia, participarán junto con expertos de la ONU en el desmantelamiento de las armas químicas del régimen de Bashar al Assad.
En el Ministerio de Defensa actualmente se celebran consultas sobre la composición cuantitativa del contingente que puede ser enviado a Siria, señaló rotativo, citando una fuente del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de Rusia.