Milagros Asto Sánchez

Cuando el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, presentó a inicios de agosto un proyecto para mover la capital del país de Moscú a Siberia no estaba planteando una novedad. Él mismo se había sumado varias veces a las voces que han insistido con esa idea en la última década y las recientes visitas que ha hecho junto al presidente Vladimir Putin a la región más rica de la nación no han hecho más que avivar el viejo sueño de una nueva capital para Rusia.