Corea del Norte aprobó el lunes la partida de la mayoría de los últimos surcoreanos de un complejo industrial fronterizo en el norte, dijeron los funcionarios surcoreanos. Los últimos siete se quedarán para negociar salarios sin pagar de los trabajadores norcoreanos.
Funcionarios en Seúl dijeron que 43 surcoreanos partirían tan pronto como se arreglaran los detalles para que los recogieran vehículos que los ayudaran cruzar la frontera, pero no estaba claro de inmediato cuando tendrían lugar las negociaciones salariales, ni en qué momento los últimos siete surcoreanos podrían regresar a casa.
Su partida vaciaría el complejo, situado en Corea del Norte, por primera vez desde su inauguración en el 2004 y posiblemente llevaría a la clausura permanente del último símbolo de la cooperación intercoreana.
En medio de crecientes tensiones, Corea del Norte suspendió las operaciones en Kaesong a principios de abril, retirando todos sus 53.000 trabajadores y prohibiendo a los gerentes surcoreanos y los camiones con suministros que entraran en el complejo, en protesta por las maniobras conjuntas surcoreanas y estadounidenses y las sanciones de la ONU impuestas tras la prueba nuclear de febrero.
Corea del Norte llegó a amenazar con el lanzamiento de ojivas nucleares a Estados Unidos, aunque últimamente ha moderado su actitud e indicado que podría dialogar.
Corea del Sur comenzó a retirar el domingo al resto de sus ciudadanos de Kaesong, alegando una carestía de alimentos y medicinas para ellos, tras rechazar Corea del Norte las negociaciones sobre el complejo.
Kaesong, que combina el conocimiento y tecnología de Corea del Sur con la mano de obra barata de Corea del Norte, es el último proyecto de cooperación entre las dos Coreas. La península sigue oficialmente en guerra ya que la contienda de 1950 a 1953 concluyó en un armisticio, no un tratado de paz.
Otros programas conjuntos, entre ellos visitas turísticas a las montañas de Corea del Norte, se han atascado en los últimos años debido a enfrentamientos entre ambos países.