En los años que siguieron a la desaparición de una niña de 14 años de edad —hija de una amiga de él— mientras regresaba caminando de la escuela a su casa, Ariel Castro distribuyó volantes con la foto de la menor y tocó música en un acto de recaudación de fondos en su honor.
Cuando los vecinos se reunieron para una vigilia con velas hace apenas un año en recuerdo de la niña, también asistió Castro. Incluso consoló a la madre de la desaparecida.
Castro, de 52 años de edad —al igual que todos los demás en el barrio muy unido y compuesto mayormente por puertorriqueños— parecía acongojado por la desaparición de Gina DeJesus en 2004 y otras adolescentes que tampoco regresaron a sus casas el año anterior.
DETENIDOS TRAS LLAMADA, PERO SIN CARGOS Ahora, él y sus hermanos están detenidos después de una frenética llamada al número de emergencias 911 que llevó a la Policía hasta su casa deteriorada, donde las autoridades dicen que estuvieron cautivas DeJesus y otras dos mujeres desaparecidas desde hace una década.
No se han presentado cargos contra los tres hombres, nacidos en Puerto Rico y quienes podrían comparecer pronto ante un tribunal, incluso el miércoles por la mañana.
Amanda Berry, de 27 años; Michelle Knight, de 32; y DeJesus, de 23; aparentemente permanecieron secuestradas en esa casa desde que eran adolescentes o tenían poco más de 20 años, dijo la Policía.
Los agentes también hallaron en la casa una niña de 6 años de edad, que se cree es hija de Berry, dijo el subjefe policial Ed Tomba. No precisó quién podría ser el padre.
CASTRO Y LA NIÑA Hace apenas una semana, Castro llevó a la niña de seis años a un parque cercano, donde jugaron en el pasto, dijo un vecino que vive en la calle, Israel Lugo. Le pregunté (a Castro) de quién era la niña y él me dijo que era la hija de su novia, agregó.
Las mujeres se reunieron con sus familiares felices el martes, pero fueron mantenidas lejos de los medios de comunicación.
LA HISTORIA DEL RESCATE Ellas fueron rescatadas después de que Berry zafó la parte inferior de una puerta de malla cerrada y pidió el teléfono de un vecino para llamar al 911. Un agente se presentó minutos después y Berry salió corriendo para abrazarlo, relató un vecino.
La Policía identificó a los otros dos sospechosos como hermanos de Castro: Pedro Castro, de 54 años, y Onil Castro, de 50. Nadie respondió a las llamadas hechas a la cárcel. Tampoco hubo respuesta a solicitudes de entrevista enviadas a la Policía y funcionarios de la ciudad.
Un familiar de los tres hermanos aseguró que su familia estaba totalmente sorprendida después de enterarse de que las mujeres desaparecidas estaban en la casa.
Ariel Castro era el dueño de la casa donde se encontraron a las mujeres, en un barrio salpicado de viviendas tapiadas, justo al sur del centro de la ciudad.
Un hijo de Ariel Castro, Anthony Castro, dijo en una entrevista con el diario Daily Mail de Londres que habla con su padre apenas unas pocas veces al año y que rara vez lo veía en su casa. Dijo que en su última visita, hace dos semanas, su padre no lo dejó entrar.