En su primer discurso público desde junio de 2012, el presidente sirio, Bashar al Assad, excluyó de una hipotética solución política a los rebeldes que intentan derrocar su régimen, a los que calificó de terroristas y marionetas de Occidente.

Para Al Assad, los rebeldes que se enfrentan a sus tropas son terroristas y criminales que albergan la ideología extremista de Al Qaeda.

ENEMIGOS DE ALÁ Estos son los enemigos del pueblo, los enemigos de Alá, afirmó el presidente sirio durante su esperado discurso televisivo, pronunciado desde la capital, Damasco.

Lo llaman revolución pero no tiene nada que ver con una revolución. Una revolución necesita pensadores. Esos son un puñado de criminales, agregó.

El mandatario sirio acusó además a potencias extranjeras de estar apoyando a los rebeldes, a quienes calificó de marionetas de Occidente. Siria se enfrenta a una guerra externa, aseguró Al Assad, que agradeció el apoyo de los gobiernos de Rusia, China e Irán, que rechazaron una intervención extranjera.

ESTÁ DISPUESTO A UN ALTO AL FUEGO A los sirios que no traicionaron a su país, Al Assad les prometió una reconciliación nacional y reformas, como la celebración de un referéndum sobre una nueva Constitución, un nuevo gobierno y la liberación de prisioneros.

Además, según el mandatario, el Ejército está dispuesto a un alto el fuego.

Como en ocasiones anteriores, el presidente sirio dejó claro que no piensa dejar el poder. Además, exigió a Occidente y a los Estados árabes que dejen de ayudar a los rebeldes.

El discurso fue interrumpido por los aplausos de los seguidores del mandatario, que corearon: Te defenderemos con nuestra sangre y nuestro alma, Al Assad.