Una vista general de la reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en Manhattan, Nueva York, EE.UU.
Una vista general de la reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en Manhattan, Nueva York, EE.UU.
/ REUTERS/Carlo Allegri/archivo
Agencia EFE

El Consejo de Seguridad de la ONU pospuso este jueves el voto de una resolución para prorrogar el suministro de ayuda humanitaria desde Turquía al último bastión opositor en el noroeste de al no alcanzarse un acuerdo entre Rusia y el resto de potencias.

La votación, prevista inicialmente a primera hora de la jornada, se fue retrasando en varias ocasiones mientras los quince miembros del Consejo de Seguridad trataban de alcanzar un compromiso.

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Al final, a última hora de la tarde, los países decidieron no votar hoy y seguir negociando para lograr un consenso antes de que el mecanismo que permite el suministro de esta ayuda expire el domingo, sin precisar por ahora en qué momento tendrá lugar el voto.

Según fuentes diplomáticas, Rusia rechaza la propuesta preparada por Noruega e Irlanda, que prorrogaría por un año el uso del cruce fronterizo de Bab al Hawa para entregar ayuda humanitaria a la población de la provincia siria de Idlib, que está bajo control rebelde.

Moscú, que ha sido muy crítico con este sistema y que tiene poder de veto, propone como compromiso extender esta autorización por sólo seis meses.

El Gobierno ruso, el gran aliado de Damasco, considera que estas entregas de ayuda están beneficiando a grupos terroristas en Idlib -principalmente la organización antes conocida como Frente al Nusra y que está en la lista de sanciones de la ONU-, y entiende que toda la asistencia debería canalizarse desde el interior de Siria, es decir, dependiendo del Ejecutivo de Bachar al Asad.

La renovación del mecanismo se ha convertido en los últimos años en una batalla recurrente en el Consejo de Seguridad, pero al final siempre se ha logrado llegar a un compromiso in extremis.

A insistencia de Rusia, se ha ido reduciendo progresivamente el número de cruces fronterizos que pueden usarse para suministrar esta ayuda y ahora mismo el paso de Bab al Hawa es el único corredor abierto, por lo que las ONG advierten de una catástrofe si queda clausurado.

Según las agencias humanitarias, más de cuatro millones de personas en el noroeste de Siria dependen de la ayuda que entra por ese lugar y, cada mes, más de 2,4 millones se benefician de ella.

En 2021, pasaron por Bab al Hawa más de 9.500 camiones con comida, medicinas y otros productos básicos.

Según la ONU, tras once años de guerra en Siria y pese a la calma en el plano militar, el número de personas necesitadas de ayuda humanitaria en el país es actualmente el más alto desde que comenzó el conflicto, en parte por una fuerte sequía y por el impacto de la guerra en Ucrania.

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