Para una transmisión en vivo no se precisa de un costoso equipo: bastan un laptop, una cámara de video y una página web. Agréguese a ello los conocimientos técnicos necesarios y serás dueño de tu propia estación de TV.

Así lo hacen conjuntos de rock, congregaciones religiosas, universidades y blogueros. Se trata de lo que se llama videostreaming o videobroadcasting, es decir, la transmisión en vivo de televisión a través de Internet. Y es una técnica que carece de secretos para el novato, dice Blanche Fabri. No obstante, también es bueno tener conocimientos de computación, agrega esta especialista en ciencias de la comunicación, que también produce streams para diversas instituciones.

LOS PROVEEDORES Además de una computadora, acceso a Internet y una cámara de video, un broadcaster aficionado necesita tener una cuenta con un proveedor de streaming. Estos proveedores procuran que la grabación llegue directamente a la red, sea mediante software o a través del navegador. Los espectadores pueden ver la producción en la página del proveedor, aunque también puede verse en blogs o en páginas web. Muchos proveedores de streaming ofrecen también aplicaciones para ver las producciones en smartphones y tabletas, además de una función de archivo.

Casi todos los proveedores ofrecen cuentas gratuitas con pocas funciones o con limitado tiempo de transmisión, cosa que para un novato es perfectamente suficiente. Para la transmisión ilimitada de videostreaming, por el contrario, pueden exigir tarifas de hasta 200 euros por mes.

Entre los principales proveedores están Ustream, Livestream), Justin o Twitch, este último especializado en la transmisión de juegos de video. Para dar los primeros pasos se aconseja la función hangouts de Google+.

La creciente popularidad del videostreaming se explica por el progreso técnico. Hace diez años, es cierto, existía ya Internet. Pero con las PC de entonces habría sido imposible enviar ni recibir los streams de hoy, apunta Fabri.

LOS REQUISITOS TÉCNICOS Para la conexión del ordenador con Internet, Fabri recomienda de forma imprescindible el uso de un cable de red: Para los muchos pequeños paquetes de datos enviados en este caso, una conexión inalámbrica sería demasiado susceptible. Además, a juicio de la mayoría de los proveedores, la conexión de Internet debería ser capaz de aceptar datos a una velocidad de por lo menos un megabytes por segundo, y, para streams de alta definición, el doble.

Otro punto complicado es la elección de la cámara adecuada. En cuanto a calidad de la imagen, la mejor opción, naturalmente, sería una cámara de video, aunque las cámaras fotográficas digitales de hoy disponen también una buena función de vídeo. Pero no es siempre fácil transmitir vídeos desde la videocámara o la cámara a la computadora. Si la cámara de vídeo y la computadora tienen una conexión firewire, entonces basta con un cable. La computadora puede ser equipada de un puerto firewire mediante una tarjeta. De lo contrario, hay que conectar entre ambos aparatos una dispositivo capaz de convertir la señal HDMI de la videocámara en una señal que pueda ser recibida por un puerto firewire o USB. Las tarjetas gráficas de las computadoras raramente están dotadas de un puerto HDMI.

Al menos para principiantes suele ser más fácil el uso de una cámara de mejor calidad, que puede ser conectada fácilmente a la computadora mediante un cable USB. Eso también es válido para algunas, aunque no para todas, las cámaras fotográficas digitales, cosa que depende de si el fabricante ha suministrado con ellas un driver o controlador. Para probar un videostreaming basta en principio con la webcam incorporada en una laptop.

Tampoco hay que olvidar el sonido. Muchos trabajan en la computadora mientras siguen el stream, explica. Entonces no ven la imagen y tienen que guiarse por el sonido. Es por ello que, en la duda, esta especialista recomienda invertir dinero más bien en un buen micrófono que en una costosa cámara.

Problemas tendrá también quien simplemente instala la cámara o la laptop y se lanza a filmar. Siempre habrá dificultades al entrar en conflicto con los derechos de terceras personas, dice el abogado berlinés Thorsten Feldmann, especializado en medios de comunicación. Por ejemplo, al grabar una manifestación callejera, conviene poner atención a si alguien ha colgado en la puerta de su casa un letrero que prohíba filmar o fotografiar.

LOS DERECHOS DE IMAGEN Si este no es el caso, ello no autoriza para poner en la red todo y a todas las personas: se puede violar aquí sin querer el sagrado derecho a la propia imagen. En caso de manifestaciones públicas esto en general no representa problemas, señala Feldmann. Los participantes han dado aquí silenciosamente su autorización para ser filmados, o bien se trata simplemente de un acontecimiento histórico.

En caso de dudas más vale preguntar más que menos, pues el derecho a la propiedad intelectual es importante: una presentación en un acto académico puede estar protegida, y un discurso también, dice Feldmann.