La Torre Eiffel se vio hoy obligada a cerrar al público por la huelga declarada este martes por el sindicato CGT, mayoritario entre los cerca de 300 trabajadores de ese monumento.
El preaviso había sido presentado la semana pasada y las negociaciones mantenidas ayer, y que se retomarán esta tarde, no consiguieron parar ese medida de protesta, en apoyo de mejoras en las condiciones salariales y laborales.
La página oficial de la Torre se limita a informar de que el lugar, abierto en verano desde las 9 de la mañana hasta las doce de la noche (07.00 22.00 GMT), está actualmente cerrado debido a un movimiento social.
SEGURIDAD Y ASCENSORES El comunicado difundido por la CGT apunta como principales puntos del conflicto la necesidad de un refuerzo de las medidas de seguridad o la obtención por parte del Ayuntamiento de París de una garantía para renegociar el programa de inversiones durante los próximos 10 años.
La Torre Eiffel tiene la particularidad de depender de sus medios de ascensión. En 2008, se decidió renovar el ascensor Oeste. Las obras debían durar dos años y costar cinco millones de euros. Después de cinco años, sigue fuera de servicio y el monto de las obras se acerca ya a los 40 millones de euros, señala ese texto.
El sindicato denuncia que la falta de ese ascensor repercute en el estado de los otros ascensores de subida, reduce las posibilidades de acoger a gente, alarga las filas de espera y degrada las condiciones de trabajo.
La última huelga en ese monumento se remonta a 2010, y duró dos días.
El año pasado, la Torre Eiffel fue el cuarto enclave cultural más visitado de la ciudad, por detrás de la catedral de Notre Dame, la Basílica del Sagrado Corazón y el Museo del Louvre.