La Torre Eiffel fue reabierta después de haber sido evacuada por las fuerzas de seguridad francesas tras una amenaza de bomba recibida desde una cabina telefónica.
La llamada anónima, según habían informado al periódico Le Parisien fuentes policiales, procedió del departamento de Val-de-Marne, a las afueras de la capital, y fue dirigida al número estándar de emergencias de la policía, en el que se anunció que se iba a cometer un atentado a las 20.30 GMT.
Las fuerzas de seguridad iniciaron la evacuación hacia las 18.30 GMT, y menos de una hora más tarde, según las fuentes, las cerca de 1.500 personas que se encontraban en el lugar, entre visitantes y empleados, ya habían abandonado la torre.
En ese tiempo, un equipo especializado inició la exploración del monumento en busca de eventuales explosivos, y dos horas después, según ese periódico, acabaron el trabajo y levantaron las medidas de seguridad, autorizando de nuevo el acceso al público hasta la hora habitual de cierre, las 22.00 GMT.
El pasado febrero las autoridades francesas reforzaron el plan de alerta antiterrorista Vigipirate, que se encuentra actualmente en el nivel rojo, inmediatamente inferior a la máxima escala, la de color escarlata, y abarca entre otras medidas el incremento de la vigilancia en los edificios públicos y las infraestructuras de transporte.