La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, canceló su agenda de hoy en Santiago de Chile, en donde participaba en la Cumbre Celac-Unión Europea, para viajar a la ciudad de Santa María, escenario de un incendio que dejó al menos 245 muertos y 45 heridos.

Quien necesita de mí en este momento es el pueblo brasileño. Le pedí a todos los ministros ayudar en todo lo que puedan y trasladarse allá, y yo también estaré allá, aseguró Rousseff en declaraciones que concedió a medios brasileños en Santiago.

La mandataria, que no ocultó sus lágrimas por la tragedia, aseguró que ofrecerá todos los recursos necesarios a disposición de la población de Santa María, ciudad en el interior del estado de Río Grande do Sul, fronterizo con Argentina y Uruguay.

Río Grande do Sul es el estado en el que Rousseff comenzó en los años 80 la carrera política que la llevó a la presidencia.

En este momento de tristeza estamos juntos y, aunque manteniendo la tristeza, vamos a superarlo, agregó la mandataria, quien vivió la mayor parte de su vida en Porto Alegre, la capital de Río Grande do Sul, a 286 kilómetros de Santa María.

APOYO Rousseff se comunicó en la mañana con el gobernador de Río Grande do Sul, Tarso Genro, para ofrecer el apoyo de las autoridades federales a las regionales tanto en las tareas de rescate como en la atención de los heridos, informó la gobernación.

La ministra (de Comunicación Social) Helena Chagas nos confirmó que la Presidenta viajará a Santa María para prestar solidaridad y seguir personalmente los trabajos de rescate, informó la gobernación de Río Grande do Sul en su página en Facebook.

La dificultad en la evacuación causó varias muertes por asfixia.

Según el último boletín divulgado por la policía, son al menos 245 los muertos y 45 los heridos.