Japón ejecutó este miércoles en la horca a tres condenados a muerte. Son las primeras ejecuciones desde que llegó al poder el Partido Liberal Demócrata en diciembre de 2012.

Uno de los ejecutados había asesinado a una estudiante de colegio.

La pena de muerte ha sido ampliamente criticada por grupos de derechos humanos en Japón. En la actualidad, 134 presos se encuentran en el corredor de la muerte, entre ellos Shoko Asahara, el artífice de los ataques de gas en el metro de Tokio en 1995.

Los condenados a muerte pueden pasar años en confinamiento solitario, con reducida actividad física, mientras esperan su ejecución de la que se enteran pocas horas antes de que ocurra.