Tres hermanos mexicanos fueron condenados a muerte en Malasia
Tres hermanos mexicanos fueron condenados a muerte en Malasia

La más alta instancia judicial de Malasia, en el suroeste asiático, desestimó este jueves un recurso de apelación presentado por tres hermanos mexicanos condenados a muerte por narcotráfico en ese país, y ratificó la decisión de aplicarles la pena capital.

Los hermanos González Villarreal, Luis Alfonso, de 47 años, Simón, de 40, y José Regino, de 37, asistieron a la vista junto a sus dos coacusados, un singapurense y un malasio.

"Nuestra decisión es unánime. Se desestima el recurso contra los cinco acusados. Condena y sentencia confirmadas", anunció el juez Zulkefli Ahmad Makinudink en la Corte Federal de Malasia en Putrajaya, la capital administrativa del país.

Los González Villarreal fueron arrestados en marzo de 2008 en una fábrica del sur de Malasia donde la policía se incautó de 30 kilos de metanfetaminas y de material para fabricar droga.

El embajador de México en Malasia, Félix Corona, precisó por teléfono a la AFP que los tres mexicanos "de salud están muy bien", precisando haberlos visitado personalmente en una cárcel que queda a unas tres horas de Kuala Lumpur.

Los acusados sostienen desde el principio que eran simples trabajadores de la limpieza y que ignoraban que en esa fábrica se producían drogas.

El tráfico de drogas se castiga en Malasia con una condena a morir en la horca.

Los tres mexicanos fueron sentenciados en marzo de 2012, y su condena fue ratificada al día siguiente por un tribunal de apelación.

Con el fallo de este jueves, los mexicanos agotaron normalmente sus vías legales en los tribunales. Pero su abogado Hisyam Teh Poh Teik dijo que iba a pedir una revisión judicial del caso a la Corte Federal.

MÉXICO LAMENTA LA DECISIÓN
El gobierno mexicano, a través de la cancillería, deploró la decisión, y reiteró su rechazo a la pena de muerte y su apoyo a sus conciudadanos.

"El gobierno de México lamenta la decisión de aplicar la pena de muerte, respetando siempre la legislación interna [de los países], en este caso de Malasia", indicó la cancillería a la AFP en la capital mexicana.

"Reiteramos el compromiso del gobierno federal en la protección de los mexicanos en el exterior que enfrenten un proceso penal, sin prejuzgar su culpabilidad o inocencia", agregó.

Así, México contrató a un abogado consultor y a otro especialista en asuntos penales para que apoyaran a la defensa de los Villarreal.

En un comunicado, la cancillería afirmó esperar "que la sentencia no se ejecute de inmediato".

Si no prosperara la solicitud de revisión judicial, los abogados podrían todavía pedir el indulto real, que solo se concede en rarísimas ocasiones.

Además de argumentar que los hermanos eran limpiadores inocentes, la defensa alegó que había habido problemas con las drogas incautadas como pruebas.

Pero el juez estimó, por el contrario, que "no hubo ruptura en la cadena de las pruebas".

La fiscal, K. Mangaiarkarasi, argumentó que en la fábrica del estado meridional de Johor sólo estaban los cinco acusados cuando se produjo la redada policial, y que estos tenían restos de metanfetamina de cristal en la ropa.

Malasia tiene más de 900 personas esperando su hora en los corredores de la muerte, según datos revelados el año pasado por el gobierno.

Amnistía Internacional ha dicho que más del 70% de estas condenas a la pena capital son por tráfico de drogas.

Las ejecuciones, sin embargo, son escasas. Amnistía señaló este mes que en 2014 hubo dos ajusticiamientos en Malasia, donde el gobierno no divulga información sobre el tema.

Por último, en México, la familia de los tres hermanos sinaloenses dejó la casa en que vivía, en Culiacán, constató un corresponsal de la AFP.

Anteriormente, los integrantes de esta familia habían permanecido en comunicación con los medios informativos y junto a ellos vieron, en transmisiones por internet, cada uno de los pasos de este proceso judicial.

Fuente: AFP

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