El primer ministro de Túnez, Hamadi Yebali, anunció hoy su renuncia tras no haber logrado ganar el apoyo necesario para un gobierno de tecnócratas, con lo que se profundiza aún más la crisis en el país norteafricano.

El jefe de gobierno, considerado un moderado, dio a conocer su renuncia tras una conversación con el presidente Moncef Marzouki. Yebali reaccionó de esta forma a la falta de apoyo a su propuesta de formar un gobierno integrado sólo por expertos, sin políticos.

El Estado no está paralizado, seguiremos trabajando, dijo Yebali en tono optimista, quien añadió que seguirá cumpliendo con sus obligaciones y que bajo circunstancias claras sigue estando disponible.

Al parecer, quienes más se opusieron a la idea de Yebali fueron sus propios correligionarios del partido islamista Ennahda, la fuerza más importante dentro de la coalición de gobierno. En su opinión, sólo un gobierno conformado por políticos puede lograr la transición democrática.

Yebali propuso el cambio de gabinete tras el asesinato del político de oposición Chokri Belaid hace una semana y media, que desató protestas masivas de los opositores. Belaid, abogado, era uno de los principales críticos de Ennahda y estaba a favor de una división entre Estado y religión.

El Ennahda encabeza desde su victoria en 2011 el gobierno de transición, en el que también están el partido de centroizquierda CPR, que lidera el presidente Marzouki, y el partido socialdemócrata Ettakatol, de Mustapha Ben Jaafar, quien dirige la Asamblea Constituyente.