Juan Carlos Cruz, víctima del sacerdote pederasta más conocido de Chile, Fernando Karadima, acusa al obispo Juan Barros de haber sido testigo del hecho y de haberlo encubierto. (AP).
Juan Carlos Cruz, víctima del sacerdote pederasta más conocido de Chile, Fernando Karadima, acusa al obispo Juan Barros de haber sido testigo del hecho y de haberlo encubierto. (AP).
Redacción EC

Ciudad del Vaticano. El experto del Vaticano para delitos sexuales cambió de planes y volará a Nueva York para entrevistar en persona a una víctima chilena de abusos sexuales, cuyos ruegos de hablar con el papa Francisco habían sido ignorados, dijo la víctima a The Associated Press el miércoles.

El cambio con respecto a lo que iba a ser solamente una entrevista a través de Skype se produjo después que la AP reveló que Francisco recibió en el 2015 una carta de Juan Carlos Cruz, víctima del sacerdote pederasta más conocido de Chile, Fernando Karadima.

Cruz dijo al Papa que uno de los pupilos de Karadima, el ahora obispo Juan Barros, estuvo presente durante los abusos y que no hizo nada al respecto.

Barros ha negado haber presenciado algún abuso cometido por Karadima, un sacerdote carismático sancionado por el Vaticano en el 2011 por abuso sexual de menores.

Cuando el escándalo de Barros volvió a estallar durante la visita reciente de Francisco a Chile -ocasión en la que el pontífice negó haber escuchado quejas de las víctimas acerca del obispo-, el Vaticano pidió al arzobispo Charles Scicluna que fuera a Chile a tomar declaraciones.

En principio, Scicluna preveía entrevistar a Cruz por Skype, ya que reside en Filadelfia, pero lo llamó el martes “en nombre del Papa” y le preguntó si podía tomarle declaración en persona, dijo Cruz a la AP el miércoles. La reunión está prevista para el 17 de febrero en Nueva York, donde Cruz debe ir además por razones de trabajo, según dijo.

“Creo que este cambio de actitud del Vaticano es producto del remezón que ocasionó la nota de Associated Press”, dijo Cruz.

Expresó la esperanza de que su caso “no sea lo único que se toman en serio, sino que se tomen en serio los gritos de ayuda de todas partes del mundo”.

Scicluna se negó a hacer declaraciones.

Durante más de una década, Scicluna fue el principal investigador de delitos sexuales del Vaticano y adquirió prestigio al enfrentar a la máxima jerarquía eclesiástica para sancionar al cura pederasta mexicano Marcial Maciel, fundador de la congregación católica Legión de Cristo. Los jerarcas protegieron a Maciel durante años e impidieron toda investigación de sus delitos.

Una vez que le permitieron investigaron, Scicluna viajó a todas partes a entrevistar a las víctimas de Maciel, ya que prefería las entrevistas en persona y ahorrar a las víctimas el tener que viajar para encontrarse con él.

El Vaticano ha dicho que Scicluna tiene la tarea de “escuchar a cualquiera que haya expresado el deseo de proporcionar elementos en su posesión” acerca de Barros.

Fuente: AP

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