La Secretaría de Estado de la Santa Sede publicó hoy un comunicado en el que rechaza los intentos de condicionar a los cardenales, con vistas al cónclave con la difusión de noticias a menudo no verificadas o verificables y por lo tanto, falsas, con gran daño a personas e instituciones.

Mediante una nota publicada en la página web de Radio Vaticana, la secretaria de Estado recuerda que la libertad de la Colegio Cardenalicio, cuya misión es la de proporcionar un nuevo papa a la Iglesia Católica, siempre ha sido defendida por la Iglesia, para asegurar una elección basada únicamente en decisiones en pro de la Iglesia.

En los últimos días, el diario “La Repubblica” informó sobre escándalos por corrupción y sexuales dentro del Vaticano, los que habrían motivado la renuncia de Benedicto XVI. El semanario conservador “Panorama” también dio cuenta de problemas dentro de la Iglesia Católica.

A través de los siglos, los cardenales han tenido que hacer frente a múltiples presiones a la hora de elegir pontífice por parte de diferentes poderes, afrontando lógicas de tipo político y mundano continuó la nota de la institución vaticana que preside el cardenal Tarcisio Bertone.

CALUMNIAS Por su parte, el portavoz vaticano, el jesuita Federico Lombardi, también denunció hoy la existencia de esas mismas presiones para condicionar el libre ejercicio de voto en el cónclave, ya que en su opinión varios cardenales están siendo considerados indeseables por una razón o por otra.

Lombardi firmó este sábado un editorial en la Radio Vaticana, en el que subraya que el camino de la Iglesia en las últimas semanas del pontificado del Papa Benedicto XVI, hasta elección del nuevo Papa a través de la Sede Vacante y el cónclave, es muy difícil, dada la novedad de la situación

El jesuita aseguró que no todos los medios de comunicación pueden ser acusados de publicar rumores, pero indicó que es el caso de algunos italianos y de varios extranjeros que continúan difamando con noticias que hablan de una forma negativa y premeditada.

No falta quien trata de aprovecharse del momento de sorpresa y de desorientación de los espíritus débiles para sembrar confusión y desacreditar a la Iglesia y a su gobierno, recurriendo a instrumentos antiguos, tales como la murmuración, la desinformación, a veces la misma calumnia, aseveró en su editorial.

En este sentido, aludió a los que hacen una presión inaceptable para condicionar el ejercicio del derecho a votar por uno o por otro miembro del Colegio de cardenales, considerados indeseables por una razón o por la otra.

Y agregó que quien tiene en cuenta en primer lugar el dinero, el sexo y el poder, está acostumbrado a leer con estos parámetros la realidad, y no es capaz de ver ni siquiera a la Iglesia, porque su mirada no es capaz de dirigirse hacia las alturas o descender en profundidad y comprender las dimensiones espirituales de la existencia.