El presidente venezolano, Nicolás Maduro, solicitó hoy ante el Parlamento poderes especiales para dictar leyes sin control legislativo, con un discurso en el que criticó la cultura rentista venezolana, la especulación en el mercado de divisas y las raíces históricas de la corrupción en el país.
He venido a pedir poderes habilitantes para profundizar, acelerar y dar la batalla a fondo por una nueva ética política, afirmó Maduro a poco de comenzar su discurso.
Rodeado por los titulares del resto de los poderes del Estado y por todo su gabinete de ministros, el mandatario llamó a construir una nueva ética socialista y a revertir la lógica que hace que la corrupción se reproduzca cada día, tras señalar que la economía venezolana está siendo golpeada por una serie de dificultades.
Conviene subrayar que la economía venezolana atraviesa una coyuntura especial, toda vez que el aparato productivo del país está siendo impactado de manera muy aguda por una serie de distorsiones como son la especulación, el acaparamiento, el contrabando, el mercado de divisas ilegal, expresó.
AUTOCRÍTICA DE MADURO POR CRISIS El mandatario ocupó gran parte de su discurso en describir las raíces históricas de la corrupción en Venezuela, luego de haber anunciado meses atrás que pediría los poderes especiales con el fin de atacar a fondo este problema, que según ha dicho amenaza con tragarse a la patria de no ser atacado.
Al mismo tiempo, ensayó una autocrítica por supuestamente no haber podido impedir la especulación de empresas y particulares con la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi), que otorga dólares al tipo de cambio oficial de 6,3 dólares, un precio que luego llega a multiplicarse por siete en el mercado paralelo.
Sinceremos las cosas con el mayor rigor autocrítico, el Estado nacional bolivariano no ha podido impedir que la importación se concentre en pocas manos. No ha alcanzado la eficiencia necesaria para cerrar los caminos a quienes viven de la apropiación de dólares baratos, dijo.
Por aquí también se desangra Venezuela, añadió en medio de un llamado a generar una nueva dinámica nacional para lograr la transformación del modelo ético republicano y la transformación del modelo económico venezolano.
CRÍTICAS A LA EMPRESA PRIVADA Su discurso incluyó también críticas al sector privado que pretende obtener ganancias sin producir y referencias a la cultura del rentismo derivada de los altos ingresos que históricamente ha registrado el país por sus exportaciones petroleras y que, según afirmó, ha dado lugar a una burguesía parasitaria.
Las críticas a los empresarios se combinaron con llamados a los venezolanos a no permitir la corrupción ni a tolerar las irregularidades, sean de políticos de la oposición o de cuello rojo-rojito, en referencia al color característico del chavismo.
El combate a la corrupción es uno de los primeros desafíos que Maduro se planteó al iniciar en abril pasado su mandato de seis años, junto con administrar una economía que muestra señales aceleradas de deterioro, entre la alta inflación y el desabastecimiento de algunos bienes de consumo masivo.
El presidente ha dicho que necesita poderes especiales para combatir la corrupción, aunque la oposición teme que estas facultades terminen siendo usadas para otros fines. El chavismo necesita 99 diputados para aprobar los poderes, un quórum que en principio no posee al controlar solo 98 parlamentarios.