Al menos 23 personas resultaron heridas en el encierro del sábado de la festividad de San Fermín, cuando un grupo de corredores quedó amontonado a la entrada del coso taurino, informaron las autoridades.
Cuando los astados entraban por el callejón de acceso al ruedo, se formó una masa humana de decenas de personas que cayeron unas encima de otras.
Un toro que se había caído antes de la entrada se levantó y corrió hacia el congestionado pasaje. Dos de los animales saltaron sobre la pila de gente mientras estas empezaban a levantarse y correr.
Una puerta utilizada normalmente por la policía regional para acceder a sus puestos en el ruedo fue abierta de par en par por la masas de corredores, lo que contribuyó a formar el tapón humano que frenó al resto de los corredores que intentaban entrar en el coso desde el callejón, dijo el vocero regional del Ministerio del Interior, Javier Morrás.
Sabíamos que ese callejón es un embudo y un punto peligrosísimo en la entrada al ruedo, dijo Morrás. Los amontonamientos ahí son uno de los mayores peligros que pueden ocurrir en el encierro.
El atasco terminó luego de que los pastores y peones de brega lograron llevar a las bestias por una puerta lateral normalmente reservada para los matadores. Javier Sesma, portavoz de salud de la provincia de Navarra, dijo que dos de los 23 heridos fueron corneados por los toros, y que los otros resultaron lesionados en la estampida.
Sesma dijo que uno de los corredores, un español de 19 años, está herido de gravedad porque su tórax fue aplastado en la entrada a la plaza de toros.
Su situación sigue siendo muy grave, pero al parecer evoluciona favorablemente, dijo Sesma. Estamos esperanzados. Su vida corre peligro pero se encuentra ahora más estable.
Sesma indicó además que un espectador sufrió un ataque cardiaco cuando presenciaba el encierro. A primeras horas de la tarde, nueve de los heridos habían sido dados de alta en el hospital, según Sesma.
Una persona fue corneada en un glúteo y otra en una axila durante el trayecto de 850 metros (928 yardas) por las angostas calles de la parte antigua de Pamplona, dijo Sesma. Ninguna de esas heridas fue grave, agregó el gobierno de Navarra.