¡Voy a 190! Espero que no haya muertos porque caerán sobre mi conciencia. Esta fue la expresión del conductor José Francisco Garzón Amo, quien estaba a cargo del tren accidentado en Santiago de Compostela, España, y que dejó al menos 78 muertos.

Las palabras de Garzón Amo fueron reveladas a través de una grabación del diálogo que sostuvo con la estación, informó la agencia de noticias AFP, en base a una reproducción hecha por el diario “El País”.

El tren procedía de Madrid y entró a demasiada velocidad en una curva cerrada, conocida como A Grandeira. Circulaba a 190 km/h cuando el límite era de 80 km/h.

La alarma, según ha reconocido el propio maquinista, se activó en el cuadro de mando y él intentó frenar, sin poder evitar la tragedia, informó el referido medio.